El pleno de las Cortes de Castilla-La Mancha ha aprobado, a la espera de la votación formal que tendrá lugar más tarde, un techo de gasto para 2025 de 8.315 millones de euros, lo que constituye un paso inicial en la elaboración de los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma. Durante la sesión, la mayoría socialista ha defendido este marco, mientras que el grupo de Vox ha advertido sobre el aumento de la deuda autonómica, proponiendo recortes y ajustes para controlarla. Por su parte, el Partido Popular (PP) ha aprovechado la ocasión para criticar al presidente regional por su falta de acción frente al cupo catalán.
El consejero de Hacienda, Juan Alfonso Ruiz Molina, explicó los pasos que llevaron a la fijación de este techo de gasto, que implica conocer la senda de déficit y las entregas a cuenta que recibirá la comunidad. Este techo significa un incremento del 4,5% respecto al año anterior y se alinea con el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) regional, argumentó Ruiz Molina, asegurando que se logrará sin aumentar impuestos. Según el consejero, el nuevo techo permitirá mantener los compromisos adquiridos y proteger el Estado del Bienestar, al tiempo que se fomenta la actividad económica y el empleo a través del diálogo social.
Las previsiones apuntan a un crecimiento del PIB regional del 2,3% para 2024, en consonancia con las proyecciones nacionales, aunque se ha calculado de forma conservadora un 2% de crecimiento para la elaboración del presupuesto, cifra respaldada por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF). Ruiz Molina también destacó el «cambio de tendencia» en la región, que ha pasado de destruir empresas a crear más de 25.000 desde que el socialista Emiliano García-Page asumió la presidencia, así como la llegada de 1.700 millones de euros en inversión extranjera.
El diputado de Vox, Francisco José Cobo, expuso su preocupación por la creciente deuda de la región, sugiriendo que es momento de replantear la gestión económica y establecer una ruta de austeridad. Cobo criticó la intención del Gobierno regional de abordar la financiación como un intento de «enfrentar» a las comunidades autónomas y pidió cambios en el modelo para evitar más endeudamiento.
Desde el PP, Santiago Serrano argumentó que el cupo catalán es inconstitucional y advirtió sobre la reducción del 14% en los fondos que podría recibir Castilla-La Mancha, lo que afectaría a los servicios públicos. Serrano instó a los socialistas a actuar ante lo que considera un desafío para la región, afirmando que el actual techo de gasto podría rendir cuentas negativas a futuro.
En respuesta a las críticas, Fernando Mora, del PSOE, se mostró confiado en la estabilidad que vive Castilla-La Mancha y destacó datos positivos sobre el crecimiento y la inversión, evidenciando que incluso el Partido Popular había apoyado un techo de gasto similar el año anterior. Mora defendió el actual estado económico y subrayó que la región está en buena forma, destacando el aumento en la creación de sociedades mercantiles y la reducción de la inflación.
