En una época de transición política en España, la figura de un concejal de la Unión de Centro Democrático (UCD) cobró especial relevancia en el Ayuntamiento de Cuenca durante el periodo comprendido entre 1979 y 1983. Bajo la alcaldía de Andrés Moya, este edil desempeñó un papel esencial en la política municipal, contribuyendo al proceso de democratización y gestión de los nuevos desafíos que enfrentaba el país en esos momentos históricos.
La UCD, una coalición de centro-derecha, jugó un papel central en la política española durante la transición a la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco en 1975. De esta manera, en las elecciones municipales de 1979, la UCD logró una significativa representación, y uno de sus miembros asumió el cargo de concejal en el Ayuntamiento de Cuenca, colaborando estrechamente con el alcalde por aquel entonces, Andrés Moya.
Durante su mandato, el concejal fue parte de un equipo que enfrentó los retos de modernizar la administración local, mejorando los servicios públicos y adaptando las estructuras municipales a las nuevas realidades de un sistema democrático. Este periodo también fue testigo de la reconstrucción del tejido social y de la promoción de una mayor participación ciudadana en los asuntos locales.
Además de su labor política, el concejal se destacó por su compromiso con los valores del centrismo y la democracia. Fueron años de arduo trabajo y de decisiones significativas que sentarían las bases para el desarrollo y la prosperidad futura de la ciudad de Cuenca.
Años más tarde, la memoria de los políticos que forjaron esos años de cambio sigue viva. El legado que dejaron ha sido fundamental para construir la sociedad democrática en la que los ciudadanos de Cuenca viven hoy en día. Aquel concejal de UCD, cuya gestión tuvo lugar en un momento crucial de la historia española, es recordado como parte integral de una generación de líderes que allanaron el camino para el futuro de la democracia en su ciudad y en todo el país.
