Los trabajadores a pie de calle de Castilla-La Mancha están sufriendo las altas temperaturas que han azotado la región en los últimos días. En muchos puntos se han superado los 40 grados, lo que ha llevado a un agotamiento generalizado entre aquellos que realizan su actividad al aire libre.
Un vendedor de la ONCE afirma que las temperaturas de estos días son realmente difíciles de soportar, ya que no se experimentaban desde hace mucho tiempo. Para hacer frente al calor, este vendedor ha optado por hacer jornada partida, evitando las horas centrales del día. Además, busca zonas con sombra y se deshace del chaleco identificativo para aliviar el calor.
En la plaza de Zocodover de Toledo, un vendedor de tickets para el tren turístico también se ve afectado por el intenso calor. Agradece cualquier respiro que le proporcionen las nubes que cubren el cielo azul de la ciudad. Para él, el calor de los últimos días es insoportable, bromeando que solo le falta la manteca para estar completamente frito. Las horas más difíciles son entre las 13.00 y las 16.00 horas, cuando el sol golpea con más fuerza.
Los trabajadores del sector turístico, como los guías, también se ven afectados por la ola de calor. Una guía turística confiesa que el calor provoca que los turistas se cansen más y estén menos animados. Como resultado, se ven obligados a acortar las rutas, que en condiciones normales durarían dos horas. El calor es especialmente duro para los guías, ya que pasan la mayor parte del día al aire libre, y esto acaba afectando a su piel. Por ello, recomienda que se protejan en todo momento para evitar golpes de calor, que se están volviendo cada vez más frecuentes.
En conclusión, para hacer frente a las altas temperaturas, todos los trabajadores aconsejan beber agua, refrescarse y buscar lugares con sombra.
