Los empleados públicos de Instituciones Penitenciarios, de los Centros Penitenciarios de Herrera de la Mancha y Alcázar de San Juan, urgen que de manera inmediata se les dote de los medios adecuados para realizar su trabajo, principalmente de mascarillas. También se hace necesario contar con guantes y EPIS para evitar la propagación del COVID- 19. Por ello han lanzado este mensaje a Instituciones Penitenciarias y a la Consejería de Sanidad de Castilla- La Mancha, que es la que tiene la autoridad sanitaria.
En este sentido se han pronunciado de manera unánime todos los sindicatos con representación en Instituciones Penitenciarias, ACAIP-UGT, CC.OO, CSIF Y APFP, que han manifestado que la Administración no ha sido previsora y no se ha abastecido de los medios adecuados para afrontar esta crisis sanitaria.
Los empleados públicos de prisiones han recordado, una vez más, que prestan un servicio público esencial durante las veinticuatro horas del día con una población reclusa inmodeprimida y con patologías previas, en un medio cerrado en el que el contagio del coronavirus podría llevar al caos a las prisiones. Si de por si –han dicho- nuestras plantillas están muy mermadas “la prestación del servicio sería imposible si comenzamos a contagiarnos”.
Los representantes sindicales han destacado la profesionalidad de los trabajadores de Instituciones Penitenciarias y han recordado que llevan pidiendo medidas preventivas desde el pasado 3 de marzo, a las que, según han dicho, la Secretaría General se ha ido negando “hasta que finalmente las ha tenido que ir acordando a la vista de los acontecimientos”. Tal es así, han puntualizado, que finalmente se ha terminado aprobando un protocolo específico para el ámbito de las prisiones, que aunque- han manifestado- tiene carencias era imprescindible.
También han celebrado que finalmente se hayan terminado cerrando los talleres productivos, se hayan suprimido los permisos o suspendido las visitas de los familiares. Medidas – que han dicho- han tardado demasiado en llegar pero que eran vitales para proteger a la población reclusa y a los trabajadores del contagio del virus.
Por ello, los representantes de los trabajadores han recordado que los empleados de Instituciones Penitenciarias “que hacen una gran labor social” tienen que sentirse protegidos y tienen que transmitir la misma seguridad a la población reclusa a la que se le ha restringido cualquier contacto con el exterior. De lo contrario- han asegurado- se empezarían a sufrir las pérdidas de efectivos e incidentes regimentales graves, como está ocurriendo en otras prisiones del país.
Han incidido también en la necesidad de que se desinfecten diariamente los diferentes departamentos e instalaciones de uso comunitario en prisiones como Herrera de la Mancha y Alcázar de San Juan ya que las dos fuentes de contagio principales son la respiratoria y el contacto con superficies contaminadas.