Los trabajadores de Pabloski amenazan con un paro laboral ante el posible despido de 48 empleados por el Expediente de Regulación de Empleo

La plantilla de Pabloski irá a la huelga si la empresa no retira el ERE con el que pretende despedir a 48 personas

La plantilla de la reconocida firma de calzado Pabloski, situada en el municipio toledano de Fuensalida, se ha plantado frente a la dirección de la empresa, amenazando con ir a la huelga si no se retira el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectaría al 15% de sus trabajadores, con el despido de 48 empleados.

La decisión fue tomada tras una serie de asambleas llevadas a cabo el miércoles, donde los empleados fueron informados por el sindicato CCOO acerca de los detalles comunicados por la empresa en una reunión reciente para comenzar el periodo de consultas del ERE.

CCOO ha expresado públicamente su rechazo a la decisión de Pabloski, acusando a la empresa de reducir su fuerza laboral local mientras aumenta la producción en su centro de Marruecos, donde ya se están ejecutando labores de corte y costura de zapatos.

Esta estrategia de deslocalización industrial está siendo criticada no solo por el impacto directo que tendrá en los trabajadores afectados por los despidos propuestos, sino también por las consecuencias negativas que podría tener en la comarca, considerada un enclave significativo para la industria del calzado.

Los hermanos Martín-Caro, propietarios y gestores de Pabloski, son instados por CCOO a reconsiderar sus planes, que según el sindicato, dañarán tanto a los empleados como al tejido productivo de la región. CCOO Industria y CCOO Toledo han declarado su firme intención de luchar para mantener los puestos de trabajo en la empresa y apoyar la actividad económica del sector en Fuensalida, extendiendo su alcance a toda la provincia de Toledo.

El llamado a la acción sindical subraya la creciente preocupación por la preservación de la industria local y los empleos que esta genera, en un contexto de creciente globalización y deslocalización de la producción hacia países con menor coste laboral. La situación en Pabloski destaca la tensión entre los costes de producción y la fidelidad a las raíces empresariales y sus trabajadores. El resultado de estas negociaciones podría establecer un precedente significativo para el futuro de la industria del calzado en la región.

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