Los Reyes Felipe VI y Letizia llevan a cabo este martes una visita a las localidades valencianas de Chiva y Utiel, así como a la albaceteña de Letur, con el objetivo de conocer de primera mano la situación de las poblaciones afectadas por la DANA, tres semanas después de la trágica inundación. Esta será la segunda vez que la pareja real realice un desplazamiento conjunto por esta causa, tras su primera visita el pasado 3 de noviembre a Paiporta, donde también estuvieron el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón.
La visita anterior estuvo marcada por momentos de tensión, ya que los Reyes, junto a Sánchez y Mazón, fueron recibidos con lanzamientos de barro y otros objetos por parte de algunos ciudadanos, lo que llevó a la evacuación del presidente del Gobierno. No obstante, Don Felipe y Doña Letizia decidieron quedarse y dialogar con los afectados, a pesar de las recomendaciones de su equipo de seguridad para abandonarlo. Aunque inicialmente estaba prevista una segunda etapa en Chiva durante aquella visita, esta fue postergada por un acuerdo conjunto entre la Casa del Rey y las autoridades.
Desde el inicio de la crisis, los Reyes han expresado sus condolencias y han estado al tanto de las acciones de emergencia destinadas a atender a los miles de damnificados. En su nuevo recorrido, iniciarán en Chiva, donde se prevé que realicen un primer contacto con los afectados antes de trasladarse a Utiel, que se encuentra a unos 50 kilómetros y donde el desbordamiento del río Magro dejó varias víctimas mortales.
La última parada de la jornada es Letur, una de las localidades más impactadas, donde seis personas perdieron la vida arrastradas por la riada del 29 de octubre. El Rey Felipe VI también había estado en Valencia la semana pasada para informar sobre el trabajo de las Fuerzas Armadas en las labores de atención a las poblaciones afectadas, visitando diversos puntos operativos.
Además, durante su participación en la Cumbre Iberoamericana en Ecuador, Don Felipe destacó el impacto de la catástrofe, describiéndola como «un golpe profundo» que ha puesto a prueba la capacidad de respuesta del país y ha desafiado a las instituciones y a la sociedad a actuar unidas en pro de la ayuda y la reconstrucción de las áreas afectadas. «El tiempo apremia y el clima no perdona», afirmó, enfatizando la importancia de la colaboración en estos momentos críticos.