Tras su destacado triunfo en la Eurocopa, la selección española fue recibida por Sus Majestades los Reyes en Madrid, marcando el inicio de un día lleno de celebraciones y reconocimientos. La jornada comenzó en el Palacio de la Zarzuela, donde los campeones de Europa compartieron momentos con la familia real, simbolizando el orgullo y la unión de toda una nación en torno a este logro deportivo. Este encuentro no solo sirvió para felicitar personalmente a los jugadores y al cuerpo técnico por su excepcional desempeño en el torneo, sino que también destacó la importancia del deporte como elemento de cohesión social y promotor de valores.
La selección nacional, luego de ser homenajeada por la realeza, continuó con su agenda de celebraciones, llevando la copa a las calles de Madrid para compartir su victoria con los aficionados. La respuesta de la gente fue abrumadora, con miles de personas saliendo a las calles para participar en el festín de alegría. La ruta del desfile fue cuidadosamente planificada para que el máximo número de fans pudiera ver de cerca a sus héroes y la preciada Eurocopa. Esta interacción directa entre los jugadores y sus seguidores sirvió para reforzar los lazos entre el equipo nacional y el público, celebrando juntos su pasión común por el fútbol.
Además de las actividades públicas y festivas, los campeones también tuvieron compromisos institucionales con varias autoridades deportivas y gubernamentales. Estos encuentros sirvieron para reconocer no solo el extraordinario logro deportivo alcanzado, sino también el esfuerzo, dedicación y trabajo en equipo detrás del éxito. La gira de celebraciones destacó el aprecio y el respeto que la sociedad española tiene hacia sus deportistas, reconociendo su contribución al fortalecimiento del sentido de identidad y orgullo nacional.