La Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE) ha solicitado posponer el inicio del nuevo modelo de pruebas de acceso a la universidad hasta 2025. Los responsables de las pruebas en toda España también comparten esta opinión, aunque el Ministerio de Educación y Formación Profesional lo ha rechazado. La institución considera que el texto normativo propuesto por el ministerio no es lo suficientemente completo, seguro y riguroso para regular unas pruebas que tienen una gran repercusión social, relevancia y consecuencias para el futuro académico y profesional de los estudiantes. Para CRUE, mantener la duración de los exámenes en 90 minutos es esencial, ya que las pruebas competenciales no necesitan más tiempo. La ampliación de la duración de los exámenes, según los rectores, retrasará los procedimientos de preinscripción, admisión y matrícula para los estudiantes y tendrá un impacto negativo en los estudiantes con necesidades educativas especiales. Además, la fase ordinaria podría implicar la vuelta a la realización de la fase extraordinaria en septiembre, aumentando el estrés y la incertidumbre de los estudiantes. Los rectores también han pedido que se descarte la posibilidad de que los estudiantes puedan elegir entre revisar y corregir sus pruebas, ya que el procedimiento actual ha demostrado ser más ágil y garantiza los derechos de los estudiantes. CRUE se compromete a trabajar conjuntamente para mejorar la realización de estas pruebas de gran importancia para los estudiantes.