Los orígenes del Sorteo Extraordinario de Navidad se remontan al evento que tuvo lugar el 18 de diciembre de 1812. Este sorteo se celebró «más por el entusiasmo, sentir popular y proximidad a esas fechas que por la denominación en sí mismo», la cual apareció por primera vez 80 años después, en 1892.
Para el Sorteo Extraordinario de Navidad 2024, que se celebrará el 22 de diciembre, Loterías y Apuestas del Estado (LAE) utilizará el sistema tradicional, que consta de un bombo para los números y otro para los premios. Este sorteo, uno de los más importantes y populares en España, tendrá una duración aproximada de cuatro horas.
El evento de 2024 estará compuesto por 193 series, cada una con 100.000 billetes. El precio de cada número completo ascenderá a 38.600 euros, mientras que cada billete costará 200 euros, dividido en décimos de 20 euros. Así, el total de la emisión en 2024 alcanzará los 3.860 millones de euros, de los cuales se destina a premios un 70 por ciento, es decir, 2.702 millones de euros. Cada serie distribuirá en premios un total de 14 millones de euros, repartiendo un total de 29.536.720 premios. En el bombo grande se introducirán los 100.000 números de los billetes del sorteo, mientras que en el bombo pequeño se colocarán las 1.807 bolas de premios.
Este año, aunque se pondrán en juego más millones en premios que en 2023, se mantiene la cuantía de los premios principales: el ‘Gordo’ de Navidad o primer premio, que será de 4.000.000 de euros a la serie (400.000 euros al décimo); el segundo premio, de 1.250.000 euros a la serie (125.000 euros al décimo); y el tercero, de 500.000 euros a la serie (50.000 euros al décimo). Además de estos grandes premios, el sorteo repartirá dos cuartos premios de 200.000 euros a la serie (20.000 euros al décimo), ocho quintos de 60.000 euros a la serie (6.000 euros al décimo) y un total de 1.794 premios de 1.000 euros a la serie (100 euros al décimo), entre otros.
En 1817, España contaba con 497 administraciones de Lotería, de las cuales 25 estaban situadas en el casco antiguo de Madrid y cinco en el centro de Barcelona. La mayoría de estas administraciones eran gestionadas por hombres, excepto por dos, una en Barcelona y otra en Murcia, que estaban regentadas por mujeres.