La Asociación de Municipios Ribereños de los Embalses de Entrepeñas y Buendía ha agradecido al Ministerio «el cierre del grifo para el regadío», con la perspectiva de entrar en nivel 4 si no llueve en los próximos meses.
En un comunicado, han señalado que durante este año hidrológico que concluye en septiembre, las aportaciones han quedado por debajo de los 500 hectómetros cúbicos, mientras que el volumen de agua trasvasada ha sido de alrededor de 240 y, «como era de esperar, la Comisión de Explotación del trasvase, reunida a primera hora de esta mañana, se limitó a señalar el máximo trasvasable sin entrar a valorar las necesidades de la cuenca cedente o las perspectivas de futuro».
«Ese es el criterio técnico al que aludía ayer el consejero de Agricultura de la Región de Murcia, Antonio Luengo, buscando presionar al Ministerio para favorecer los intereses de la agroindustria privada», han indicado desde la Asociación, que considera que ese criterio técnico «se reduce a exigir siempre el máximo, sin atender a circunstancias, ni de la cuenca cedente ni de la demandante, no es científico, es burocrático».
Desde la cabecera del Tajo valoran positivamente la nueva reducción, «un gesto más del Ministerio, al que agradecemos la reducción de los niveles trasvasables en nivel 2 y estas decisiones, que reducen el impacto de un año especialmente seco en cuanto a precipitaciones».
Eso sí, recuerdan que los embalses de Entrepeñas y Buendía son de gestión plurianual, están diseñados para soportar ciclos secos de varios años, «pero no para el saqueo de una industria privada, dañina y avariciosa, protegida por el Gobierno de la Región de Murcia.
Los Ribereños confían en que las lluvias de otoño recuperen mínimamente los embalses, pero señalen que, «a pesar de que no vamos a negar nunca el agua para beber, no podemos seguir soportando eternamente las necesidades privadas y privativas de la agroindustria».