Los embalses de Beleña, El Vado y Pálmaces inician desembalses controlados para garantizar la seguridad tras alcanzar niveles críticos

Beleña, El Vado y Pálmaces alivian caudales a los ríos Sorbe, Jarama y Cañamares tras alcanzar sus cotas de seguridad

Las recientes precipitaciones y el deshielo han llevado los embalses de Beleña, El Vado y Pálmaces a liberar agua en los ríos Sorbe, Jarama y Cañamares tras haber alcanzado niveles de seguridad del 73%, 85% y 65%, respectivamente. Este desembalse se está realizando a ritmos controlados de 30 metros cúbicos por segundo en el Sorbe, 25 metros cúbicos por segundo en el Jarama y 8 metros cúbicos por segundo en el Cañamares, con picos que han causado leves desbordamientos en el río Henares cerca de Guadalajara, pero sin daños significativos.

A pesar de estas liberaciones, las presas de Alcorlo y El Atance aún no han efectuado desembalses, situándose al 60% y 34% de su capacidad. Desde diciembre del año pasado, se liberaron más de 155 hectómetros cúbicos de agua en total, que han contribuido al equilibrio natural de los ecosistemas fluviales, realizando un proceso de autodepuración y enriqueciendo las riberas.

El alcalde de Cogolludo, Juan Alfonso Fraguas, señaló la oportunidad perdida de almacenar una fracción de estos 155 hectómetros cúbicos que hubiera beneficiado a todos los embalses de la Sierra, igualando o superando los niveles del Canal de Isabel II, que se encuentran por encima del 85% de su capacidad.

La situación en septiembre de 2023 era de prealerta por la escasez de agua. Con el cambio de condiciones y la acumulación de 611.4 milímetros de lluvia desde septiembre, el actual estado de los embalses garantiza el suministro para el próximo año en el Corredor del Henares y para varias mancomunidades, afectando a más de medio millón de personas y asegurando la viabilidad de actividades agrícolas, las cuales son las primeras en verse reducidas cuando los niveles embalsados no son óptimos.

El regadío, esencial para la productividad agrícola de la región, y la baja proporción de terrenos irrigados en Guadalajara, según las palabras de Fraguas, son aspectos que no deben pasar inadvertidos, más aún en el contexto de las dificultades de abastecimiento vividas durante el verano de 2023 en varias localidades.

Con miras a evitar escasez en tiempos de sequía, el alcalde hace énfasis en la necesidad de infraestructuras que permitan el aprovechamiento del agua liberada, facilitando su almacenamiento en otros pantanos como el de Alcorlo. Además, propone recuperar y adaptar proyectos antiguos que permitan llevar agua desde el río Sorbe al Bornova con un mínimo impacto ambiental, contribuyendo así al uso sostenible del recurso hídrico en la región.

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