Los Días de Color y Alegría: Reflejando la Evolución de las Privadas en la Era de la Competencia

La reciente aparición de Arantxa del Sol en el plató de «Y ahora Sonsoles» marcó un hito significativo en su trayectoria profesional. Es la primera vez que coincide en un set con Sonsoles Ónega, la hija de uno de los pioneros que descubrieron su talento en la pequeña pantalla. Durante su conversación, Arantxa no pudo evitar reflexionar sobre los inicios de Telecinco y Antena 3, dos cadenas que en su momento brillaban con luz propia, en comparación con el frenético panorama televisivo actual.

Arantxa del Sol, que comenzó su carrera como azafata en «El Precio Justo» —un formato que pronto será revivido en Telecinco—, ha vivido una evolución notable en su trayectoria. De ser una de las presentadoras más queridas de su época, ahora se enfrenta a un nuevo desafío como concursante de «Supervivientes». Esta transición la llevó a compartir su visión de la televisión, un medio que, para ella, ha sido sinónimo de alegrías y oportunidades. «La tele me ha dado las alegrías más grandes de mi carrera profesional», confiesa con una sonrisa que refleja tanto nostalgia como gratitud. Para ella, los certámenes de belleza fueron el pase inicial a un mundo donde su vida cambiaría para siempre.

La relación de Arantxa con la fama es un tema en sí mismo. En la cúspide de su carrera, se sentía abrumada por el cariño del público, una sensación que describe como «un cariño que engancha muchísimo». Recuerda, con una chispa en los ojos, aquellos días en los que la televisión era un espectáculo vibrante, lleno de color y alegría, en contraste con la dura competencia actual. «Me siento muy afortunada de haber nacido en una época en la que arrancaban las televisiones privadas y fue la época dorada de la tele», añadió, evocando un tiempo en el que las galas estaban pobladas por artistas impresionantes, tanto nacionales como internacionales.

Sus reflexiones sobre los cambios en el medio son profundas. Tras años apartado de los focos, Arantxa revela que el sonido del teléfono dejó de sonar en su vida profesional. «Ha habido un cambio en la tele que ha ido y va muy rápido. Creo que estamos en una nueva era de la comunicación. Estos cambios en estos 20 años han sido vertiginosos; o estás en el circuito, o es muy difícil”, enfatiza con claridad y sinceridad.

El encuentro de Arantxa del Sol con Sonsoles Ónega no solo simboliza un reencuentro generacional sino que también abre una ventana al pasado y, al mismo tiempo, plantea preguntas sobre el futuro del medio que tantas vidas ha transformado. La televisión sigue siendo, para muchos, un escaparate de sueños, aunque su forma y sus dinámicas hayan cambiado dramáticamente.

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