Procedentes de Buenos Aires y Ciudad Real, los artistas Rufo y SOA han conseguido despertar la curiosidad y participación de los vecinos de la capital y algunos municipios de la provincia. Algunos de sus murales, estilo ‘horror vacui’, con estilos geométricos «hacen que la gente se interese, se pare a verlos», además «tienen distinta escala y detalles que no son perceptibles desde lejos».
Así explican lo que quieren transmitir y consiguen a través de sus coloridos diseños, con formas y pinturas funcionales que se fusionan con el espacio e interactúan con el espectador.
«En el proceso sentimos la reacción de la gente», cuenta Rufo a Europa Press antes de confesar que al comienzo de su trabajo en las calles de Ciudad Real, «la gente era más tímida» pero ahora por ejemplo, en el último mural en el Colegio Alcalde José Maestro, «la gente se acercaba, nos preguntaba qué representa e interactuamos con ellos».
De esta manera, explica que a través de su arte, la gente comienza a plantearse qué representa», algo que ayuda a ambos artistas a «completar la obra como ellos quieran». «Es divertido porque quizás nosotros queremos hablar de que queremos cuidar el medio ambiente y quien lo lee ve otra cosa», añade.
De su lado, SOA comenta que, entre ellos, «continuamente» experimentan. «Sabemos cuándo cada uno va a hacer un trazo y es una compenetración que nos ha costado tiempo desarrollar y que ha surgido de manera natural, aunque sea un trabajo de diseño o publicidad, sabemos lo que piensa el otro», confiesa.
Mercados, bibliotecas, colegios, equipamiento público, ayuntamientos y espacios dotacionales son algunos de los puntos que estos artistas reviven gracias a quienes aceptan esta colaboración y ven que «con el presupuesto de una pintura y los honorarios de dos artistas se puede cambiar una calle o una plaza».
Asimismo, uno de los murales más destacados se sitúa frente a la biblioteca pública de Miguelturra. «Antes de la pandemia, nos dijeron que querían pintar justo enfrente una medianera enfrente de la biblioteca y finalmente, pudimos conectar y hacer el trabajo» explica Rufo añadiendo que «les cambió la cara cuando vieron terminado el trabajo desde el ventanal de la biblioteca»
Sobre estos trabajos en espacios públicos, SOA comenta que desde hace unos años «hay muchos murales» y muchos artistas «muy buenos». «A la ciudad le viene muy bien sobre todo en zonas que están más degradadas o en zonas más humildes», añade.
Ambos trabajan juntos como dúo de pintura y en el estudio creativo Negro Flúor. En 2016, año en el que RUFO aterrizó en Castilla-La Mancha, trabajó como tatuador, pintor de casas, repartidor de publicidad «y un largo etcétera», hasta que encontró La Fábrica, un centro cultural contemporáneo ubicado en el centro de Ciudad Real. «Allí encontré algo muy inspirador, gente con inquietudes artísticas en común que tiran del carro juntos, a día de hoy sigo con mi compañero y fundador SOA», arquitecto de formación y artista profesional.
Sus murales y colaboraciones están repartidos en diferentes puntos de la provincia. Así, los vecinos y visitantes de esta zona castellano manchega pueden encontrar el arte de este dúo artístico en diferentes silos, Peralvillo, Miguelturra o Ciudad Real.
En este sentido, las obras de la capital están ubicadas en el polideportivo Puerta de Santa María, el parque Manuel Marín, la tienda de mascotas en calle Hermanos Lumiere 2, calle Laguna de la posadilla, la entrada a la Concejalía de juventud y la calle San Urbano 25.
En otros puntos de la provincia, se pueden encontrar en Peralvillo, el CEIP maestro Juan de Ávila en Almodóvar del campo, el CRPSL de Puertollano, el paseo del olivo en Alcolea de Calatrava o el centro ocupacional CORAJE en Malagón.