Los bomberos hacen progresos significativos en la lucha contra los incendios en Los Ángeles, logrando contener dos de los focos más destructivos hasta el momento. A medida que estos desastres naturales empiezan a estar bajo control, las fuerzas del orden se centran ahora en el creciente problema de los saqueos en las zonas afectadas.
La situación mejora en Los Ángeles y Ventura, donde la alerta roja por incendios ha expirado. No obstante, el Servicio Meteorológico Nacional anticipa que los vientos fuertes seguirán siendo un desafío al menos hasta el jueves. La cifra de víctimas mortales ha alcanzado las 25, mientras que el alguacil del condado de Los Ángeles, Robert Luna, informó que aún hay 26 personas desaparecidas, aumentando la urgencia de las operaciones de emergencia.
El foco de Eaton, situado en Altadena, ha sido contenido en un 45%, representando un avance significativo. Este incendio ha sido uno de los más letales, con más de 4.600 estructuras destruidas o dañadas. Por otro lado, el incendio en Palisades muestra un 21% de contención, habiendo devorado aproximadamente 1.280 estructuras a lo largo de 9.600 hectáreas.
Además de lidiar con las llamas, las autoridades se enfrentan a un aumento de la delincuencia en las áreas devastadas. El alguacil Luna reportó la detención de 44 personas sospechosas de saqueos en Eaton y Palisades, y reiteró la vigencia del toque de queda en las zonas de evacuación. La mayoría de estas detenciones están relacionadas con robos, violaciones del toque de queda, intrusión, y posesión de narcóticos o armas.
El fiscal de distrito, Nathan Hochman, advirtió sobre severas penas para aquellos que intenten beneficiarse de la tragedia, incluyendo desde 6 a 9 años de prisión hasta la posibilidad de cadena perpetua, especialmente para los arrestados por saqueos. Hochman también señaló que habrá consecuencias penales y civiles para quienes aumenten los precios de alquileres o servicios de manera injustificada durante esta crisis.
Este episodio en la historia de Los Ángeles pone de manifiesto la resiliencia y el desafío que representan tanto los desastres naturales como el comportamiento humano en tiempos de crisis, recordando la importancia de la solidaridad, la compasión y el respeto por la ley incluso en las circunstancias más difíciles.
