La Comisión de Peticiones (PETI) del Parlamento Europeo ha tomado una significativa decisión al aprobar, por mayoría, la solicitud de investigar un posible incumplimiento de la normativa comunitaria en la gestión del Parque Nacional de Cabañeros. La atención se centra en las Directivas Hábitats y Aves, las cuales imponen a los Estados miembros la obligación de mantener un estado de conservación favorable de los ecosistemas y especies prioritarias.
En este contexto, se ha exigido a la Comisión Europea que requiera información detallada a las autoridades nacionales y regionales competentes sobre la gestión del parque. Asimismo, los eurodiputados han propuesto la creación de una comisión de investigación que incluya a miembros de PETI, con la finalidad de realizar una visita al Parque y evaluar in situ los problemas medioambientales que perjudican las zonas de propiedad privada, en gran parte debido a la falta de gestión causada por las restricciones vigentes.
Esta decisión se fundamenta en la petición presentada por la Asociación de Afectados por el Parque Nacional de Cabañeros (AAPNC), que denuncia la gestión deficiente y negligente del parque, atribuida al abandono institucional de las Administraciones Públicas españolas. En su intervención, la AAPNC destacó que la inacción ha conducido a un crecimiento «descontrolado» de las poblaciones de ungulados, causando daños severos en los hábitats naturales protegidos.
Desde la asociación, se advierte que «los animales, ajenos a estas disputas competenciales, siguen multiplicándose de forma descontrolada y comiendo aquello que pueden encontrar. Y Cabañeros se muere.» La situación se ve respaldada por un informe elaborado por el ingeniero de montes Rafael Sánchez Pérez de Villaamil, que revela un aumento del 250% en las poblaciones de ungulados en los últimos tres años, con un grave impacto en el equilibrio ecológico y daños insostenibles en 13 especies de flora.
El informe también menciona la alta competencia entre ungulados y otras especies de fauna, además de la desaparición de especies vulnerables, lo que afecta directamente a los hábitats que justificaron la declaración de Cabañeros como Parque Nacional. La AAPNC ha denunciado la «indefinición competencial» entre el Estado y la Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha sobre la gestión del parque, lo que ha generado una parálisis en las acciones necesarias para su cuidado.
Por su parte, la eurodiputada Alma Ezcurra, coordinadora del Partido Popular Europeo (PPE) en la Comisión de Peticiones, ha lamentado que el valor natural de Cabañeros, parte de la Red Natura 2000, se vea comprometido por decisiones políticas erróneas. «Exigimos que se devuelva a Cabañeros a una gestión responsable», declaró. Jorge Buxadé, de Vox, también criticó el abandono de la zona, señalando que el parque se enfrenta a una de las tasas de natalidad más bajas y una alta mortalidad.
Finalmente, Paolo Inselvini, eurodiputado del grupo Conservadores y Reformistas Europeo (ECR), condenó las crecientes poblaciones de ungulados, que han alcanzado cifras «ingestionables». Los líderes del parque y sus alrededores esperan que esta investigación no solo aclare las responsabilidades de las administraciones implicadas, sino que además propicie medidas urgentes y efectivas para salvar este valioso ecosistema, esencial en la red de espacios protegidos de Europa.