El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural del Gobierno de Castilla-La Mancha, Julián Martínez Lizán, ha anunciado que el Ejecutivo de Emiliano García-Page implementará en breve, «en próximos días o semanas», ayudas destinadas al arreglo de infraestructuras dañadas a causa de la DANA. Este anuncio se produce en un contexto en el que las pérdidas agrícolas derivadas de esta situación se estiman en más de 40 millones de euros.
Durante una entrevista en el programa ‘A pie de Campo’ de Radio Castilla-La Mancha, Martínez Lizán destacó que para 2025 se ha incrementado el presupuesto para la contratación de seguros agrarios, alcanzando los 10,5 millones de euros. El consejero se mostró dispuesto a buscar los fondos necesarios si se requiere un esfuerzo adicional.
Además, Martínez Lizán indicó que su departamento abrirá una línea de ayudas para 65 municipios que han enfrentado problemas debido a la sequía del año anterior. Aclaró que, aunque estas ayudas no cubrirán la totalidad de las pérdidas, servirán como apoyo para continuar adelante. También mencionó que se dará prioridad a los agricultores con viñedos para facilitar su recuperación sin la obligación de devolver dinero, y para que puedan acogerse a nuevas reestructuraciones en los municipios afectados.
En otro tema, el consejero expresó su preocupación por la discrepancia entre la caída de precios del aceite de oliva al salir del olivar y su mantenimiento en los supermercados. Aseguró que una disminución del 45% en dos meses no se traduce en una reducción equivalente en los estantes de las tiendas, lo que calificó de «poca explicación» y pidió «seriedad» ante esta situación. Martínez Lizán mostró su intención de mediar en este asunto para ofrecer mayor seguridad y viabilidad a las explotaciones del sector.
Por otro lado, el titular de la cartera de Ganadería enfatizó su apoyo al sector lácteo, señalando que, tras un año complicado debido a enfermedades que afectaron a la cabaña ganadera, este año parece haber una sobreproducción de materia prima. Esto podría atribuirse a un aumento en el nivel de pasto que ha redundado en una mayor productividad y a un incremento en el precio del queso.
Martínez Lizán subrayó la importancia de que la administración apoye al sector con medidas que se están estudiando tras escuchar a ganaderos e industriales. Resaltó la necesidad de garantizar la continuidad de las explotaciones, un proceso que requerirá sacrificios de todas las partes involucradas. «Se corre un riesgo tremendo. Si alguna explotación pierde animales por no ser viables, veo difícil que se vayan a recuperar», advirtió, y agregó que esto podría llevar a lamentar la falta de leche de oveja para la producción de queso manchego en el futuro.
