La Importancia de Leer: Una Celebración de la Imaginación y el Conocimiento
A menudo surge la pregunta: ¿Para qué sirve leer? No es una obligación ni una necesidad biológica como comer o dormir, pero quienes disfrutan de la lectura conocen su impacto transformador. La lectura cambia nuestra forma de ver, hablar y escuchar; modifica nuestras emociones, empatía y certezas. Aunque es un acto invisible, deja huella. Se percibe quién es lector y quién no.
Al observar a una persona leyendo en un parque o en el transporte público, se percibe una imagen de serenidad y pasión simultáneas. La neurociencia nos indica que la lectura activa diversas áreas del cerebro relacionadas con el lenguaje, la memoria, la imaginación, la emoción y la lógica.
La lectura siempre nos lleva al reino de la imaginación. No es un lujo, sino una herramienta esencial. A través de los libros, nuestra creatividad se afina y nuestro entendimiento se expande. Las personas lectoras tienen más recursos para enfrentar la rutina y disfrutar de la belleza del mundo. Han conocido más mundos y vivido muchas vidas entre las páginas. La imaginación, como semilla de descubrimientos y nuevas ideas, es fundamental para el progreso.
Leer es comparable a viajar; no solo a destinos lejanos, sino también hacia lo más profundo de uno mismo. Nos ayuda a entender otras culturas, épocas y sensibilidades, fomentando la empatía hacia lo ajeno y la comprensión de lo propio. Incluso quienes no leen habitualmente recuerdan personajes literarios que marcaron su niñez, como una Caperucita, un Principito o alguna criatura de ficción.
El escritor Pablo Albo, en el Manifiesto del Día del Libro de Castilla-La Mancha, ofrece una hermosa definición: «Los libros son una mirilla maravillosa». Espiar vidas ajenas y explorar nuestro mundo interior es posible al asomarse a un libro. Por eso, algunos dicen que no han vivido solo una vida, sino muchas, todas comenzando al abrir una página.
Cada razón para leer es valiosa, y hay tantas porque la lectura es una experiencia inagotable, comparable al amor o los sueños. Leer es también imprescindible en la educación de uno mismo y de los demás.
En el Día del Libro, agradecemos a quienes hacen que esta relación con la lectura perdure: escritores, editores, distribuidores, así como libreros y libreras que nos recomiendan con pasión. También a bibliotecarios y bibliotecarias que cuidan los libros como tesoros comunes, a educadores que enseñan a leer con cariño, a padres y madres que leen cuentos, y a hermanos, hermanas y amigos que comparten libros como secretos preciados. Porque, en esencia, un libro es un secreto compartido entre autor y lector.
Celebramos el 23 de abril como una afirmación de una forma de estar en el mundo. Leer no es solo una actividad; es un modo de vivir más intensamente.
Feliz Día del Libro.
Emiliano García-Page Sánchez
Presidente de Castilla-La Mancha