El primer ministro francés, Sébastien Lecornu, ha anunciado la suspensión de la polémica reforma de pensiones hasta el año 2028, una decisión clave que ha respondido a las demandas del partido socialista para evitar una moción de censura en su gobierno. En su discurso ante la Asamblea Nacional, Lecornu declaró que no se incrementará la edad de jubilación hasta enero de 2028, alineándose así con las exigencias del principal sindicato del país, la CFDT. Sin embargo, advirtió que esta suspensión debe ser gestionada cuidadosamente para evitar desequilibrios financieros.
Lecornu estimó que la suspensión implicará un costo significativo para el sistema de pensiones, alcanzando los 400 millones de euros en 2026 y 1.800 millones en 2027. Con alrededor de 3,5 millones de franceses beneficiándose de esta decisión, el primer ministro subrayó que será necesario implementar medidas para compensar el impacto económico, buscando mantener la credibilidad del sistema y prevenir un aumento del déficit fiscal.
En un intento por abordar el futuro del sistema de pensiones de manera más amplia, Lecornu propuso una conferencia sobre pensiones y mercado laboral en las próximas semanas. Esto se realizará en consulta con los actores sociales, antes de las elecciones presidenciales, estableciendo un espacio para que se desarrollen nuevas propuestas. A medida que la izquierda radical y la ultraderecha avanzan con mociones de censura, el respaldo de los socialistas resulta crucial para la estabilidad del gobierno.
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