Le Pen apela contra la condena que la deja fuera de la política por cinco años debido a malversación de fondos de la UE

En un giro reciente dentro del panorama político francés, Marine Le Pen, la figura prominente detrás de Agrupación Nacional, ha decidido impugnar la decisión judicial que la sentenció a una inhabilitación de cinco años de actividad política, a raíz de su implicación en un caso de malversación de fondos. Este caso se centra en la desviación de fondos europeos destinados a pagar a asistentes parlamentarios, los cuales, según las acusaciones, eran en realidad trabajadores del partido de ultraderecha, operando entre los años 2004 y 2016.

El tribunal penal de París, que emitió su fallo el pasado 31 de marzo, no solo determinó la inhabilitación de Le Pen sino que, adicionalmente, le impuso una condena de cuatro años de prisión, de los cuales dos se ejecutarían bajo vigilancia. Además, Le Pen enfrenta una multa económica de 100.000 euros por su participación en la trama fraudulenta.

A ella se suman otros 12 implicados, entre los cuales se encuentra el vicepresidente de Agrupación Nacional y actual alcalde de Perpiñán, Louis Aliot, condenado a seis meses de prisión y a pagar una multa de 18.000 euros, junto con una inhabilitación de tres años. La iniciativa de Agrupación Nacional de apelar la sentencia implica también una lucha para limpiar su imagen y asegurar su viabilidad política futura.

El segundo juicio, previsto para 2026, podría redefinir el futuro político de Le Pen, especialmente teniendo en cuenta su imposibilidad de presentarse a las elecciones de 2027 bajo la actual prohibición. Este asunto ha causado un considerable revuelo entre los simpatizantes de la ultraderecha francesa, quienes ven la sentencia como un acto de injusticia y una maniobra para apartar a Le Pen del escenario político.

La acusación sostiene que Agrupación Nacional estableció un esquema con la intención de desviar fondos destinados originalmente a los eurodiputados para la remuneración de sus asistentes, con el objetivo de utilizar estos para el pago de salarios dentro del partido, en un intento por «aliviar» sus cargas financieras. Ante esto, Le Pen ha argumentado que su inhabilitación constituye una «cacería de brujas», dirigida específicamente a minar sus oportunidades en las próximas elecciones.

La situación actual levanta interrogantes no solo sobre el futuro político de Marine Le Pen y de su partido sino también acerca de la transparencia y la integridad en el manejo de los recursos políticos en Francia. Con el país aún asimilando el impacto de este caso, muchos ojos estarán puestos en el desarrollo del segundo juicio y en cómo este podría afectar el panorama político francés en los próximos años.

Scroll al inicio
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.