La nueva edición de Supervivientes All Stars comenzó con un ambiente de profunda tristeza. Laura Madrueño, conocida por sus energéticas presentaciones, tuvo que enfrentar un momento que quebró el espíritu festivo que generalmente caracteriza al programa. Con voz entrecortada y lágrimas en los ojos, anunció a los telespectadores la inesperada pérdida de una de sus compañeras en el equipo de redactores en Honduras: Sandra.
«Hoy empezamos con el corazón encogido», fueron las primeras palabras de Madrueño al comunicar la trágica noticia. A medida que recordaba el legado de Sandra, la presentadora evocó su eterna sonrisa y extendió su apoyo a la familia de la fallecida, que sigue formando parte del equipo. «Siempre seguirás siendo parte del equipo de SV y de este Cayo. Gracias por todo lo que nos has regalado. Te vamos a echar de menos», concluyó con una emoción palpable, lo que llevó a un cálido aplauso y ovación por parte de sus compañeros en el plató.
La atmósfera del programa cambió radicalmente. Tras expresar su dolor, Madrueño cedió brevemente la conducción a su colega Sandra Barneda. Aun cuando intentó recomponerse, su rostro reflejaba el impacto de la noticia, una situación que sin duda afectó no solo a quienes están en el escenario, sino también a aquellos que seguían la transmisión desde sus casas.
Al mismo tiempo, la emotividad del momento no pasó desapercibida para los espectadores. «Ay, Laura. Pues, este caluroso aplauso desde Madrid, para ti. Porque sé que es difícil dar noticias como estas», dijo Barneda, subrayando la unión entre el equipo, incluso en momentos de dolor. El programa, que originalmente prometía ser una gala llena de entretenimiento, se transformó en una tributo sincero a alguien que dejó una huella en sus corazones.
Con el telón de fondo de este trágico suceso, la gala continuó, pero la presencia de Sandra pesaba en el aire. Madrueño, a pesar de su dolor, se vio obligada a retomar el rumbo del programa, dando la bienvenida a los concursantes con la esperanza de que, a través de su trabajo, pudieran honrar la memoria de su compañera. Este inicio tan inusual no solo marcó la jornada, sino que nos recordó la vulnerabilidad del ser humano frente a la pérdida, incluso en el contexto vibrante del entretenimiento.