En apenas unas semanas empieza el curso escolar en Castilla-La Mancha y todavía existen muchas incertidumbres sobre cómo va a ser esa vuelta a la actividad docente y a la prestación de los servicios complementarios a la misma, que no podemos separar de la actividad educativa, como es el caso de los comedores escolares y las aulas matinales.
La formación y la educación que nuestros hijos reciben en un centro escolar no se circunscribe únicamente a las aulas, sino que todas las actividades que desarrollan en el tiempo que permanecen en el centro forman parte de ella – el transporte, las actividades extraescolares, los ‘tiempos libres’, etc. y, por supuesto, el tiempo que están en el comedor escolar.
Las cocineras desempeñan una labor muy importante. En la elaboración de menús equilibrados y saludables y en que la comida esté en condiciones óptimas está la base del desarrollo físico de los menores y la protección de su salud.
Por su parte, las monitoras son las trabajadoras encargadas de organizar los comedores y las aulas matinales, de que éstos se encuentren en las mejores condiciones y de que nuestros hijos coman esa dieta equilibrada y no solo aquello que “les gusta”, lo que constituye un pilar fundamental para una alimentación saludable y tiene también una función formativa de la cual se beneficiarán a lo largo de su vida. Tienen un conocimiento individualizado de cada uno de ellos (alergias, intolerancias…) que es imprescindible para su salud y para su desarrollo personal. Como decía siempre mi abuela “cada niño es un mundo” y aquí puedo añadir “que “no todos los días estamos igual”; lo que ha ocurrido en el aula o en el recreo afecta a las niños en su actitud, estado emocional o autoestima y quienes primero lo van a detectar son las trabajadoras que están en el comedor y los reciben tras un largo día en el colegio.
Y cómo no recordar a las auxiliares de limpieza, que ayudan a las cocineras en su función y son las responsables de que las instalaciones estén limpias y preparadas para que el servicio de comedor se dé con total seguridad.
La labor de las trabajadoras de los comedores escolares es esencial en el desarrollo físico y psicológico de nuestros pequeños y pequeñas y en sus manos recae una gran responsabilidad. Son grandes profesionales que tienen un amplio conocimiento de su trabajo y de nuestros hijos, pero con unas condiciones laborales en ocasiones precarias, afectadas por contratos parciales y temporalidad en su contratación. A lo que hay añadir que en Castilla-La Mancha llevan desde mediados de marzo en el desempleo, porque han sido apartadas de su trabajo a través de los ERTES y están cobrando una prestación calculada sobre pequeñas bases de cotización.
Es bueno reconocer que su labor, que siempre es fundamental, lo es aún más en la situación de pandemia sanitaria que vivimos, pues deben extremar las medidas de seguridad y salud mientras atienden todas las tareas antes referidas. Por eso es imprescindible que se articulen medidas complementarias que garanticen la salud y la seguridad tanto para las trabajadoras como para las niños en estos tiempos de COVID-19.
Por todo esto, es necesario y urgente que desde la JCCM se abran mesas de diálogo amplias en las que participemos todos los agentes implicados (Administración, Familias, Empresas y Trabajadoras).
Desde CCOO Servicios CLM, como la organización más representativa de las trabajadoras del sector en la región, queremos participar y tener voz en dichas mesas, para acordar entre todos cómo va a desarrollarse el servicio de los comedores escolares y aulas matinales, con un plan definido antes del inicio de curso, con directrices claras y homogéneas para toda la Comunidad en las distintas modalidades (presencial, no presencial o una combinación de ambas) en las que se pudiera desarrollar el curso escolar en cualquier momento.
La elaboración de este plan y el diálogo continuo nos permitirá no sólo garantizar la prestación del servicio en las mejores condiciones de seguridad y salud, sino anticiparnos y ser ágiles a la hora de dar respuestas rápidas y acertadas a los posibles problemas que pueden ir surgiendo a lo largo del curso.
Dentro de las medidas concretas que desde CCOO Servicios en CLM trasladaremos a la mesa de diálogo -que esperemos sea convocada inmediatamente- para que sean adoptadas tanto por la JCCM como por las empresas que prestan el servicio de comedor podemos resaltar las siguientes:
- Reducir el número de la ratio de alumnos por monitora para garantizar las medidas de seguridad, estableciendo también ratios de alumnos en las aulas matinales.
- Doblar el servicio de comedor de forma generalizada en todos los centros, apostando por que este servicio lo presten de forma prioritaria las trabajadoras actuales, profesionales ya contrastadas y con conocimientos amplios de su labor, por lo que habría que ampliar las horas de sus contratos.
- Constituir las mesas de seguridad y salud por parte de las empresas para cumplir los protocolos de seguridad fijados en el Convenio Colectivo Sectorial y las medidas que puedan dictar las autoridades sanitarias.
- Y ante posibles cierres de los centros educativos, seguir manteniendo la contratación de estas trabajadoras para seguir atendiendo las necesidades de becas comedor de la forma más segura posible, sin buscar fórmulas que puedan poner en riesgo la salud y la alimentación equilibrada de la infancia, en especial de las familias más vulnerables.
Con esto se garantiza los derechos laborales de las trabajadoras y los derechos a la alimentación y la seguridad de la infancia.
La formación y la educación no terminan en las aulas y en tiempos de crisis sanitaria hay que extremar la seguridad, especialmente en los comedores escolares. Para ello tenemos que reconocer el papel de estas trabajadoras, esenciales siempre, pero fundamentales e imprescindibles ahora. Y ese reconocimiento debe concretarse en garantizar la seguridad en el desempeño de su función, evitar las sobrecargas de trabajo y dar garantía a sus contratos y condiciones laborales; hecho que revertirá en la salud y seguridad de los/as menores y de sus familias.