Las mujeres castellanomanchegas cobran 3.968 euros menos al año que los hombres, una cifra por debajo de la media nacional –4.700 euros menos–, y que sitúa a Castilla-La Mancha entre las cinco regiones en las que la brecha salarial es menor, según se desprende del informe ‘Brecha salarial y techo de cristal’ de los Técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) publicado en el Día para la Igualdad Salarial.
A nivel nacional, las mujeres cobran 4.713 euros menos al año que los hombres. Según los últimos datos disponibles, la brecha salarial aumentó en 120 euros durante 2021, un 2,6%, al reducirse el número de personas afectadas por ERTE COVID y dedicar las mujeres más tiempo que los hombres a los cuidados al finalizar los confinamientos de la pandemia.
En términos porcentuales, según Gestha, las mujeres tendrían que cobrar un 25,5% más para igualar el sueldo de los hombres, tal y como demuestran los últimos datos de la AEAT.
Gestha reconoce, no obstante, que el aumento del SMI entre 2019 y 2021 está disminuyendo «significativamente» la brecha salarial, de forma que, a ese ritmo, el plazo para acabar con estas desigualdades se ha reducido en un 68% hasta los 40 años -desde los 125 años al ritmo entre 2004 y 2019-, por lo que aún queda mucho para trabajar en favor de la igualdad.
Como el aumento del SMI de 2021 se aprobó con efectos desde el 1 de septiembre, el ritmo de reducción de la brecha salarial ha sido menor de lo deseable. No obstante, los técnicos creen que el aumento del salario mínimo en 2022 y en 2023 vaticina una notable reducción de la brecha salarial en estos últimos años.
DATOS POR CCAA
A nivel geográfico, las diferencias salariales son «especialmente significativas» en la Comunidad de Madrid, donde las mujeres cobran 7.511 euros menos. Por el contrario, la autonomía más igualitaria en este sentido sería Canarias, donde las diferencias retributivas escalan a poco más de 1.956 euros.
En Asturias de 5.935; en Ceuta de 5.783; en Cataluña de 5.370; en Aragón de 5.323; en Cantabria 4.972; Castilla y León de 4.560; Comunidad Valenciana 4.242; en Galicia de 4.238; en La Rioja de 4.282; en Andalucía de 4.010 euros; en Castilla-La Mancha de 3.968; en Murcia de 3.671; en Melilla de 3.449; en Baleares de 2.930 y en Extremadura de 2.785.
Los técnicos explican que los agravios de la brecha salarial se concentran en los tres tramos de retribuciones más altas. De hecho, mientras que las mujeres cobran entre 116 y 153 euros más que los hombres en la horquilla que oscila entre los 20.055 y los 33.425 euros de salario anual, estas reciben casi 40.381 euros menos cuando las retribuciones están por encima de los 133.700 euros al año.
Para los técnicos de Hacienda, los principales motivos de la brecha salarial serían la precariedad y el techo de cristal, puesto que casi cuatro millones de mujeres no llegarían a cobrar en el conjunto del año el importe del SMI, es decir, el 54,1% del total de las ocupadas.
Además, destacan que la ocupación de la mujer disminuye conforme aumenta el nivel de retribuciones de los puestos de trabajo, de forma que la presencia de la mujer cae claramente por debajo del 40% en puestos retribuidos a partir de los 46.800 euros, hasta ocupar menos de una cuarta parte de los puestos de más de 100.000 euros, o ser poco más de dos mujeres en cada diez puestos directivos que cobran más de 133.700 euros anuales.
Por ello, Gestha pida al Gobierno que prosiga tomando medidas frente a la brecha salarial, reforzando la dotación presupuestaria para el aumento del número de plazas en las escuelas públicas infantiles de 0 a 3 años y de plazas en los centros especializados para la atención y el cuidado de las personas mayores o dependientes. En su opinión, las diferencias de sueldo «se agravan sobre todo en las edades en las que se concentra la maternidad y el cuidado de los ancianos, de manera que la desigualdad más abultada se localiza al superar los 65 años, alcanzándose los 10.763 euros».
Según el secretario general de Gestha, José María Mollinedo, «las sucesivas subidas del salario mínimo contribuyen a reducir la brecha salarial, pero también es necesario promover una mayor participación de la mujer en el trabajo, un cambio cultural para que se impliquen ambos progenitores en la conciliación y romper el techo de cristal a través de una promoción profesional más igualitaria, cuestiones que deberían formar parte de un Pacto de Estado».