La reciente política comercial de Estados Unidos, impulsada por la administración de Donald J. Trump, está generando un notable efecto en la industria manufacturera estadounidense, especialmente entre las pequeñas y medianas empresas. Un informe de The Wall Street Journal destaca que el impulso por un renacer de la manufactura en el país está provocando un aumento en la demanda de productos fabricados localmente, lo que a su vez beneficia a diferentes actores del sector.
Jack Schron, presidente de Jergens Inc., una empresa dedicada a la fabricación de herramientas industriales, afirmó que sus fábricas en Illinois y Ohio están operando a máxima capacidad. "Estamos trabajando 24-7. Estos nuevos pedidos han llegado en parte debido a que nuestros clientes buscan evitar pagar aranceles de importación", comentó. Este tipo de testimonios resalta cómo la política económica actual está llevando a las empresas a reconsiderar sus cadenas de suministro y a favorecer la producción doméstica.
En la misma línea, Donny Chaplin, presidente de Grand River Rubber & Plastics en Ohio, observó un auge significativo en las consultas y pedidos. Según Chaplin, empresas que habían cambiado a proveedores en China están regresando, lo que podría traducirse en aproximadamente cinco millones de dólares al año para su compañía. Esta situación podría obligarles a expandir su línea de producción y a contratar más empleados.
Las tarifas impuestas por la administración Trump también han sido reconocidas como un recurso clave para las empresas que emergieron durante la pandemia de Covid-19, especialmente aquellas que fabrican equipos de protección personal. Alan Rust, de SafeSource Direct, indicó que con el aumento de los aranceles sobre los guantes de goma provenientes de China, las consultas han aumentado. "Hemos recibido más interés recientemente; los que dependían de China están buscando otras fuentes", destacó.
Los resultados positivos también son evidentes en AccuRounds, una empresa de Massachusetts, cuyo aumento en las órdenes ha llevado a sus empleados a trabajar horas extras. La compañía ha logrado recuperar clientes que previamente se habían trasladado a proveedores en Singapur y China, mostrando un incremento del 20% en sus ventas en el primer trimestre comparado con el año anterior.
Por su parte, Whirlpool, el conocido fabricante de electrodomésticos, expresó que los aranceles están nivelando el terreno de juego frente a sus competidores asiáticos que han estado operando en desventaja. El CEO de Whirlpool, Marc Bitzer, subrayó que los nuevos aranceles permitirán reducir la brecha de precios.
Mientras tanto, The Washington Post informa sobre el impacto positivo en Excel Dryer, un importante fabricante de secadores de manos. Su COO, William Gagnon, afirmó que los aranceles han modificado las decisiones relativas a la ubicación de la producción y han hecho que los proveedores locales se beneficien, gracias a que productos importados ahora son más costosos. "Los aranceles hacen que los suministradores nacionales sean más competitivos y desincentivan la compra de copias chinas", sostuvo Gagnon.
El panorama actual sugiere que, aunque las políticas comerciales puedan generar controversia y críticas, están, al menos por ahora, brindando un respiro a una parte del sector manufacturero estadounidense, que intenta recuperar terreno en un mercado históricamente dominado por las importaciones.
Fuente: WhiteHouse.gov