Los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, han experimentado una disminución considerable en su capacidad durante la última semana. Según los datos proporcionados por la Confederación Hidrográfica del Tajo y recogidos por Europa Press, estos embalses almacenan actualmente un total de 531,08 hectómetros cúbicos, lo que representa solo el 21,09% de su capacidad total de 2.518 hectómetros.
En particular, el embalse de Entrepeñas ha perdido 3,21 hectómetros en los últimos siete días y ahora almacena 215,08 hectómetros de los 813 que puede embalsar. Por otro lado, el embalse de Buendía ha disminuido en 8,74 hectómetros y ahora contiene 316 de los 1.705 hectómetros cúbicos que puede contener.
En la provincia de Guadalajara, el resto de embalses también han experimentado reducciones en su capacidad. El embalse de Almoguera ha perdido 0,16 hectómetros, quedando con 6,08 hectómetros de una capacidad máxima de 7. El embalse de El Vado ha disminuido en 0,26 hectómetros, alcanzando los 9,43 hectómetros.
El embalse de Alcorlo también ha experimentado una disminución de 1,57 hectómetros cúbicos, quedando con 53,22 hectómetros de un total de 180. El embalse de Bolarque ha disminuido en 1,63 hectómetros en sus reservas, alcanzando los 23,45 hectómetros de los 31 que puede almacenar como máximo. Por su parte, el embalse de El Atance ha bajado 0,16 hectómetros y ahora acumula 5,99 hectómetros, siendo su capacidad máxima de 35 hectómetros.
En cuanto a otros embalses en la zona, el embalse de Beleña ha disminuido en 1,26 hectómetros y ahora contiene 17,71 de los 53 de su máxima capacidad. El embalse de Pálmaces ha perdido 0,98 hectómetros y se sitúa en 10,21 de los 31 que puede almacenar. Por último, el embalse de La Tajera ha disminuido en 0,4 hectómetros, alcanzando los 14,19 de un máximo de 59 hectómetros.
En la provincia de Cuenca, el embalse de Molino de Chincha ha perdido 0,19 hectómetros esta semana y ahora almacena 5,66, por debajo de su capacidad máxima de 6 hectómetros.
Estos datos reflejan la preocupante situación de los recursos hídricos en la zona, especialmente en los embalses de la cabecera del Tajo. La escasez de lluvias y el aumento de la demanda hídrica están afectando negativamente a la capacidad de almacenamiento de los embalses, lo que plantea un desafío en términos de gestión del agua y abastecimiento para la población.
Es necesario tomar medidas para garantizar un uso más eficiente y sostenible del agua, así como buscar alternativas para mitigar los efectos de la sequía. La concienciación de la población sobre la importancia de preservar este recurso y adoptar medidas de ahorro es fundamental para enfrentar los desafíos hídricos que plantea esta situación.