Las pequeñas y medianas empresas (pymes) han dejado de crear 350.000 empleos desde 2018, un impacto que han atribuido a la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI), según el último informe elaborado por el servicio de Estudios de Cepyme, la patronal de las pymes. Este informe, titulado ‘Salarios, repercusión de la subida del SMI’, resalta que las microempresas, en particular, han experimentado un aumento del empleo del 0,9% desde finales de 2018, frente al 12,9% que podría haberse generado de continuar la tendencia previa de contratación.
El informe subraya que el SMI, que se ha fijado en 1.184 euros en 14 pagas desde 2025, representa el 70% del salario medio de las empresas más pequeñas, y el 61,8% del sueldo medio neto de jornada completa. Esta cifra supera el umbral del 60% de la remuneración media que establece la Carta Social Europea, un aspecto que el Gobierno ha utilizado para justificar el aumento acumulado del SMI del 80,7% desde 2016.
Desde Cepyme se señala que este incremento ha colocado a España como el país de la Unión Europea con «el salario mínimo más costoso en relación con la productividad». En este contexto, el estudio resalta que las empresas más afectadas son las pymes, que suelen tener una plantilla compuesta mayoritariamente por asalariados con remuneraciones bajas, lo que se alinea con su menor productividad. En particular, el SMI supone el 70% del salario medio ordinario en micro y pequeñas empresas, que constituyen el 99% del tejido productivo español.
El análisis también advierte sobre el «aumento desproporcionado» del SMI en comparación con la evolución de la facturación, destacando que este ha crecido desde 2018 más del doble que las ventas del comercio minorista y más del triple que las de los negocios unipersonales. Además, el impacto del SMI varía significativamente entre sectores, con diferencias de más de 20 puntos porcentuales entre pequeñas empresas de servicios y grandes empresas industriales.
Desde el punto de vista territorial, el SMI supera el 60% del salario medio en 42 provincias, alcanzando el 75% en 34 de ellas. Esto es especialmente preocupante en provincias que enfrentan problemas de despoblación y escasez de mano de obra, como Ávila, Zamora y Toledo. Este fenómeno agrava la competitividad de estas áreas, que se ven obligadas a lidiar con unos costes laborales elevados.
A nivel autonómico, el estudio revela que el SMI está por encima del 60% en trece comunidades autónomas, lo que representa un desbalance en los costes laborales, perjudicando a las regiones menos pujantes. En términos europeos, España se encuentra entre los países con el mayor incremento del SMI y también uno de los mayores descensos en productividad.
Finalmente, la patronal puntualiza que el coste efectivo para el empresario oscila entre un 67% y un 75% más alto que el SMI, ya que la subida a 1.184 euros se traduce en un coste por empleado de hasta 1.904 euros. Por lo tanto, Cepyme ha reclamado una contención de los costes laborales que favorezca el empleo y la inversión empresarial, pidiendo un enfoque que tenga en cuenta las particularidades de los sectores, territorios y tamaños de empresa.