La delegada provincial de Fomento, Ana Ponce, ha realizado una visita a las obras de construcción del nuevo puente de la CM-215 a su paso por Landete, que fue destruido por la dana que afectó a la Serranía baja de Cuenca los días 29 y 30 de octubre. Durante su recorrido, Ponce estuvo acompañada por el alcalde de Landete, Marciano Turégano, y miembros de la Corporación municipal. La delegada recordó que el derrumbe del puente significó la interrupción permanente de la comunicación tanto para vehículos como para peatones.
Como medida provisional, el Ejército instaló una pasarela peatonal sobre el río Algarra, la cual ha sido reemplazada por otra de mayor ancho para mantener el servicio mientras se llevan a cabo las obras. En cuanto al tráfico rodado, este ha sido desviado por la carretera CUV-5003.
Ponce destacó la rapidez en la gestión de una solución para Landete, señalando que los trabajos comenzaron 73 días después del derrumbe. Este breve período incluyó la tramitación y aprobación de la declaración de emergencia, la redacción del proyecto, la dotación presupuestaria y el encargo de ejecución de la obra a Construcciones Villaescusa, que iniciaron sus trabajos el 10 de enero.
Acerca de la evolución de las obras, la delegada indicó que avanzan según lo previsto, ya que el plazo de ejecución es de un año. Detalló que la obra presenta una complejidad significativa debido al trabajo a nivel del río, así como a la necesidad de maquinaria específica y trabajos particulares en la cimentación. A pesar de las abundantes lluvias en las últimas semanas, Ponce consideró que la evolución es positiva y favorable.
El jefe de Obra, Ángel García, confirmó esta evolución, explicando que en este momento se están construyendo doce micropilotes de un metro de diámetro y entre doce y veinticuatro metros de longitud, dependiendo del lado del puente. García detalló que la cimentación en ambas zapatas utiliza micropilotes de un metro de diámetro, siendo de 12 metros en el estribo uno (lado del pueblo) y de 24 metros en el estribo dos (lado de la Nacional) debido al mayor relleno del fondo de valle.
El proyecto cuenta con una inversión de 2,6 millones de euros por parte del Gobierno regional, que contempla la construcción de un nuevo puente independiente del puente histórico, el cual será preservado. Asimismo, se llevará a cabo la reurbanización del entorno con un nuevo acerado más ancho y un nuevo alumbrado sobre el tablero del puente, así como la restitución de otras infraestructuras y servicios urbanos afectados por el derrumbe.