El Día Internacional de las Mujeres Rurales: Un reconocimiento esencial para el desarrollo global
Cada 15 de octubre, el mundo se une para celebrar el Día Internacional de las Mujeres Rurales, una efeméride establecida por la Asamblea General de las Naciones Unidas. Esta fecha, que precede al Día Mundial de la Alimentación, resalta el papel crucial de las mujeres rurales en la producción de alimentos y su contribución al desarrollo agrícola y económico.
Desde el inicio de la vida, las mujeres desempeñan un papel vital en el ciclo de la alimentación, comenzando con la lactancia materna, que proporciona nutrientes esenciales y fortalece el sistema inmunológico de los recién nacidos. Este vínculo con la alimentación se extiende a lo largo de sus vidas, especialmente en las comunidades rurales donde las mujeres son fundamentales en la producción, preparación y distribución de alimentos. En estas comunidades, su labor abarca desde la siembra y el cuidado del ganado hasta la recolección, transformación y comercialización, mientras gestionan tareas domésticas y la crianza familiar.
Históricamente, el rol de las mujeres ha estado intrínsecamente ligado a la fertilidad de la tierra. Eran consideradas guardianas del conocimiento agrícola, asegurando la seguridad alimentaria de sus familias y la comunidad. Sin embargo, con la llegada de la Revolución Agrícola y posteriormente la Revolución Industrial, el trabajo agrícola pasó a asociarse con la fuerza física, tradicionalmente atribuida a los hombres. Esto provocó una marginación de las mujeres en trabajos productivos del campo, relegándolas a tareas menos visibles o reconocidas.
Hoy en día, la contribución de las mujeres rurales es incuestionable. La FAO estima que representan el 43% de la fuerza laboral agrícola mundial. Sin embargo, enfrentan desafíos significativos, como la falta de propiedad de la tierra, donde solo el 13% está bajo control femenino. Este obstáculo limita su acceso a créditos, formación y tecnologías agrícolas, mientras sistemas patriarcales continúan restringiendo su potencial.
Este problema no es exclusivo de las naciones en desarrollo. Incluso en países como España, las mujeres constituyen alrededor del 30% de la población agrícola activa, pero sus nombres apenas figuran en el 25% de las explotaciones agrarias registradas. A pesar del impulso de la Ley 35/2011 de Titularidad Compartida, solo Castilla-La Mancha ha legislado eficazmente para promover la titularidad compartida desde 2015.
Además de la falta de políticas adecuadas, las mujeres rurales deben lidiar con la sobrecarga de tareas, combinando responsabilidades agrícolas con el cuidado de familiares en áreas rurales con alto envejecimiento demográfico.
A nivel europeo, el Pacto Rural Europeo, enmarcado en la Visión a Largo Plazo para las Zonas Rurales, busca abordar estas desigualdades mediante el empoderamiento femenino, promoviendo el acceso a financiación y formación, y fomentando el emprendimiento femenino. Programas como la PAC y el FEADER están introduciendo medidas para apoyar la titularidad compartida e integrar a mujeres jóvenes en el sector agrícola.
El camino hacia la equidad en el campo se está construyendo paso a paso. La diversificación económica, especialmente a través de empresas rurales lideradas por mujeres en sectores como el turismo rural y la agroindustria, es crucial para garantizar un futuro sostenible y competitivo.
En este Día Internacional de las Mujeres Rurales, reconocemos y celebramos la contribución invaluable de estas mujeres a nuestra seguridad alimentaria y desarrollo humano. Es un recordatorio de la importancia de seguir avanzando hacia un futuro más equitativo e inclusivo.
Cristina Maestre Martín de Almagro
Diputada en el Parlamento Europeo por el Grupo de Socialistas y Demócratas.
Miembro de la Comisión de Agricultura.