Un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) analiza más de 300 productos entre patatas fritas, chips y nachos y revela cuáles son las opciones más recomendables y cuáles conviene evitar
En un nuevo informe publicado esta semana, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha examinado 331 productos de patatas fritas, chips y nachos disponibles en supermercados españoles. El estudio clasifica estos populares snacks en función de su composición nutricional, la presencia de aditivos, el contenido calórico y otros elementos clave, como los aromas artificiales o las grasas utilizadas. El resultado ofrece una visión clara sobre cuáles son las mejores y peores elecciones para los consumidores.
Los peores productos: saborizantes, aditivos y el polémico E150d
Entre las marcas con peor puntuación destacan las patatas fritas onduladas sabor jamón de Ruffles y las de la marca Consum, ambas penalizadas por incluir el colorante E150d (caramelo de sulfito amónico). Este aditivo ha sido clasificado como “posiblemente cancerígeno” por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer.
Además del E150d, otros productos incluyen ingredientes poco saludables como potenciadores de sabor, aromas artificiales, grasas en exceso y niveles de sal alarmantes, que pueden llegar hasta un 4 % en algunos casos. Estos elementos, sumados a una lista de ingredientes extensa y con presencia de ultraprocesados, las convierten en una mala elección nutricional.
Un snack calórico con un coste para la salud
Una ración habitual de 40 gramos de patatas fritas contiene de media unas 214 calorías, de las cuales más del 50 % proceden de grasas, muchas de ellas saturadas. Esta proporción de calorías puede suponer más del 10 % de la ingesta calórica diaria recomendada para un adulto, lo que, unido a su elevado contenido en sal, las convierte en un producto poco adecuado para el consumo frecuente.
Las mejores elecciones: ingredientes simples y perfil saludable
No todo son malas noticias. La OCU también ha identificado snacks que destacan por su perfil nutricional limpio y la ausencia de aditivos innecesarios. El producto mejor valorado han sido los Nachos ecológicos de trigo sarraceno de la marca Sol Natural, con una puntuación de 87 sobre 100 en la Escala Saludable OCU. Se caracterizan por contener solo 8,1 % de grasas, 0,4 % de sal, y ningún aditivo. Además, obtienen un Nutri-Score A.
En la categoría de patatas fritas, también sobresalen las patatas sin sal de Veritas, elaboradas únicamente con patata y aceite vegetal, sin sal añadida ni aromas artificiales.
Qué tener en cuenta al elegir patatas fritas
La OCU aconseja revisar detenidamente la lista de ingredientes. Para una compra más saludable, se deben priorizar productos que:
- Estén elaborados con aceite de oliva o aceites vegetales no hidrogenados.
- Tengan bajo contenido en sal (menos de 1 %).
- No contengan aditivos, saborizantes artificiales ni aromas de humo (algunos de los cuales ya han sido cuestionados por las autoridades europeas).
- Presenten una lista de ingredientes corta y comprensible, sin ultraprocesados como maltodextrinas, jarabes o proteínas modificadas.
También se recomienda optar por patatas horneadas en lugar de fritas, ya que suelen tener menos grasa y menor impacto calórico.
Patatas «gourmet»: más marketing que nutrición
El auge de sabores exóticos como trufa, chorizo o foie gras ha traído consigo un incremento del uso de aromas artificiales y aditivos sintéticos. Aunque resultan atractivos al paladar, suelen encubrir productos con bajo valor nutricional y composiciones complejas que esconden hasta 11 aditivos diferentes en algunos casos.
Un llamado al consumo responsable
La OCU concluye que este tipo de productos deben consumirse con moderación y seleccionarse con criterio. La clave está en informarse y leer bien las etiquetas para evitar ingerir ingredientes innecesarios que pueden perjudicar la salud. La buena noticia es que sí existen alternativas saludables en el mercado, y cada vez son más los consumidores que las valoran.
“Consumir snacks no tiene por qué estar reñido con la salud. La elección adecuada puede marcar una gran diferencia”, resume el informe.
Los resultados completos del estudio pueden consultarse en el comparador nutricional de la OCU, que clasifica chips, nachos y patatas según su calidad nutricional y nivel de procesamiento.
vía: OCU