Las medidas anti-COVID llevadas a cabo por Castilla-la Mancha desde el mes de agosto consiguen estabilizar el número de casos y reducir la presión hospitalaria

Las medidas especiales que está llevando a cabo el Gobierno de Castilla-La Mancha desde mediados del mes de agosto, han hecho posible que el mes de septiembre, ya considerado como segunda ola de la pandemia por coronavirus, haya podido pasarse sin la presión asistencial en los hospitales que existió en los meses de marzo y abril.

El 19 de agosto se decretó el confinamiento de la localidad albaceteña de Villamalea, al igual que semanas antes se habían decretado medidas especiales en la localidad ciudadrealeña de Socuéllamos. Desde entonces, la Consejería de Sanidad, a través de las Delegaciones Provinciales, ha ido decretando medidas que actualmente abarcan un confinamiento en Bolaños de Calatrava, medidas especiales en una provincia entera como Toledo, medidas especiales en dos Gerencias de Área Integrada, como las de Ciudad Real y Talavera, más la adopción de medidas particulares en más de una treintena de localidades.

Estas decisiones, que se están tomando desde el mes considerado más vacacional, unido al trabajo de los servicios de Epidemiología, la labor de los profesionales de la Atención Primaria y de los profesionales dedicados al rastreo de casos, está haciendo que actualmente, ya en el mes de octubre, baje el número de casos por contagio de COVID, así como de hospitalizados, destacando, además, que ya el inicio del curso escolar está en pleno desarrollo.

El mes de septiembre comenzó con 256 pacientes hospitalizados en cama convencional y 29 más estaban ingresados en las Unidades de Cuidados Intensivos y necesitaban respirador. Este mismo mes ha acabado con 529 pacientes hospitalizados en cama convencional y 74 más en las Unidades de Cuidados Intensivos.

Muy lejos quedan ya las cifras del fatídico mes de marzo, hace siete meses, donde el día 1 se dio a conocer el primer caso por coronavirus en Castilla-La Mancha, concretamente en la localidad de Marchamalo, Guadalajara.

Aquel mes de marzo, finalizó con 3.230 personas hospitalizadas por coronavirus y 353 personas más ingresadas en las Unidades de Cuidados Intensivos necesitando respirador.

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El viernes día 2 de octubre se ha cerrado con 498 pacientes hospitalizados en cama convencional y 77 en UCI. Actualmente, la provincia que tiene más pacientes ingresados en hospitales es Toledo, con 263 pacientes en planta (176 en el Hospital de Toledo y 87 en el Hospital de Talavera de la Reina) y 31 en UCI, mientras que el 31 de marzo, la provincia de Toledo tenía 746 pacientes hospitalizados (600 en el Hospital de Toledo, 140 en Talavera de la Reina y 6 en el Hospital Nacional de Parapléjicos) y en las Unidades de Cuidados Paliativos estaban ingresadas 91 pacientes que necesitaban de respirador.

Lo mismo sucede en las otras provincias, finalizando marzo, Ciudad Real tenía 1.199 pacientes hospitalizados y 116 en UCI; actualmente tiene 90 hospitalizados y 24 en UCI.

Albacete tenía a finales de marzo 789 hospitalizados y 86 en UCI y actualmente 41 en cama y 3 en UCI.

Guadalajara tenía 310 en cama y 37 en UCI y actualmente 62 en cama y 18 en UCI y Cuenca tenía a finales de marzo 186 en cama y 23 en UCI y actualmente 42 y 1, respectivamente.

Desde el Gobierno de Castilla-La Mancha se continúa agradeciendo el esfuerzo que está realizando la inmensa mayoría de la ciudadanía y se solicita redoblar la responsabilidad de la misma, recomendando la limitación de los encuentros sociales fuera del grupo de convivencia estable y que los encuentros sociales se limiten a un máximo de 10 personas incluyendo convivientes.

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