Ciudad Real recupera la normalidad en su transporte público tras las obras de peatonalización
Después de semanas de cambios y ajustes, los vecinos de Ciudad Real pueden celebrar el regreso a la rutina habitual en sus desplazamientos por la ciudad. El Ayuntamiento, a través del área de Movilidad, ha anunciado que, a partir de mañana martes, las líneas 1B, 3 y 4 volverán a realizar sus recorridos habituales, los mismos que tenían antes del inicio de las obras de peatonalización en varias calles de la ciudad.
Miguel Hervás, concejal de Movilidad, expresó su satisfacción por este logro conjunto: “Se restablece la normalidad en el servicio de transporte urbano, recuperando las paradas y trayectos que habían sido modificados de manera provisional durante el tiempo que han durado las obras”. Un paso importante que demuestra la voluntad del Ayuntamiento de mantener una ciudad accesible, segura y eficiente, incluso en tiempos de transformación urbana.
La reapertura de esas vías y la vuelta a los recorridos habituales representan no solo una mejora en la movilidad, sino también un alivio para quienes dependen del transporte público para sus desplazamientos diarios. Las obras de peatonalización, que buscaban promover una ciudad más amable para los peatones y favorecer la sostenibilidad, implicaron cambios temporales que, aunque necesarios, causaron ciertos inconvenientes. El concejal Hervás y todo el equipo de Movilidad agradecen la comprensión y colaboración de los vecinos durante estos meses, así como su paciencia ante los cambios temporales que permitieron garantizar la seguridad y el correcto desarrollo de los trabajos.
Este reencuentro con la normalidad también reafirma el compromiso del Ayuntamiento con una movilidad moderna, sostenible y accesible para todos. La ciudad continúa su camino hacia un modelo de transporte que cuida del medio ambiente, facilitando desplazamientos seguros y cómodos, y adaptándose a las necesidades de sus habitantes.
Ciudad Real avanza con paso firme hacia una ciudad más habitable y respetuosa con su gente, demostrando que, con diálogo y cooperación, los cambios estructurales pueden convertirse en oportunidades para mejorar la calidad de vida de todos.