Casi dos años después del inicio de las movilizaciones ciudadanas multitudinarias en apoyo de la causa SOS Lagunas, ninguna administración pública ha apostado decididamente por conservar y mantener estos humedales manchegos. El futuro es negro: Lagunas Vivas vaticina su desaparición. Los culpables, por acción u omisión, son los responsables públicos que sabiendo las medidas que hay que tomar no las toman.
Desde la Asociación Lagunas Vivas de Villafranca de los Caballeros (Toledo) queremos manifestar nuestra profunda preocupación ante la situación que viven estos humedales manchegos a fecha de hoy. Estamos en noviembre de 2022 y, a pesar del movimiento ciudadano que esta asociación ha liderado, más allá de todas las promesas y esperanzas manifestadas por distintos partidos políticos, en el Gobierno y en la oposición, a nivel local, regional y estatal, nuestras Lagunas están en serio peligro de desaparición.
No podemos ni vamos a tolerar que los poderes públicos abandonen a su suerte estos humedales, parte de La Mancha Húmeda. Pero la noticia, a día de hoy, es que no hay noticia. Nadie ha hecho nada al respecto, nadie ha movido un dedo para poner fin al principal problema de estos humedales: la falta de agua. Y no valen excusas.
Es cierto que el cambio climático influye en la tensión hídrica de estos humedales, que la falta de lluvias repercute negativamente en el caudal del río y la cantidad de agua que contienen nuestras lagunas, pero no es menos cierto que tanto el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, como el Gobierno de Castilla-La Mancha a través de su Consejería de Desarrollo Sostenible que, enfrentada por las políticas de agua con la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, no han hecho nada para mejorar la situación de las Lagunas de Villafranca de los Caballeros.
Llevamos dos años poniendo sobre la mesa soluciones para conservar este ecosistema único, poniendo en valor sus recursos ecológicos y concienciando a la sociedad de la necesidad de luchar por su mantenimiento futuro. Dos años de reuniones con distintas formaciones políticas y administraciones públicas que no han dado sus frutos. Apostar por un modelo ecológico sostenible, controlando las extracciones de agua en el Acuífero 20 o aumentar la concesión con la que cuentan estos humedales son algunas de nuestras soluciones. Nos han oído, sí, pero es evidente que no nos han escuchado, nuestras reivindicaciones siguen intactas, y las soluciones sin llegar.
El organismo gestor de la cuenca, la Confederación Hidrográfica del Guadiana, también se ha lavado las manos. No se ha molestado, ni tan siquiera, en responder a nuestros mensajes. Pocas cosas hay tan desesperantes como el silencio.
Pero no desfalleceremos. Seguiremos luchando por nuestras lagunas, por el patrimonio inmaterial de nuestros hijos, de los hijos de nuestros hijos y de todas las generaciones futuras. Estemos más o menos presentes en las redes, en los actos reivindicativos de cada mes, pero no dejaremos de alzar la voz ante el atropello que están cometiendo el Gobierno de España, la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y el organismo gestor de la cuenca, la Confederación HIdrográfica del Guadiana.
Y esa voz no se cansará de decir: si no hacéis nada, las Lagunas de Villafranca desaparecerán. No sólo nuestras Lagunas sino la Reserva de la Biosfera de La Mancha Húmeda en su conjunto quedará extinguida por la sobreexplotación con regadíos insostenibles, y vuestros nombres quedarán para la Historia como los grandes responsables, por acción u omisión, de su desaparición. Aún no es tarde, pero se acaba el tiempo. Actuemos.