El Gobierno de Castilla-La Mancha ha declarado las Labores de Lagartera como Bien de Interés Cultural (BIC), con la categoría de Bien Inmaterial. Esta decisión fue anunciada por la consejera Portavoz, Esther Padilla, quien destacó el valor cultural y patrimonial de esta manifestación única en la región.
Padilla resaltó el compromiso del Gobierno regional con la protección de la identidad cultural, y mencionó que desde que Emiliano García-Page asumió el cargo se han declarado 51 BIC, 22 de los cuales son de la categoría de Bien Inmaterial.
Las Labores de Lagartera son una tradición textil que ha formado parte de la vida cotidiana del pueblo durante siglos. Estas labores se han manifestado en la indumentaria y en piezas utilizadas en eventos como bautizos, bodas y entierros. La consejera resaltó el arraigo cultural de esta manifestación y su importancia como elemento cohesionador de la sociedad lagarterana.
La aprobación de este BIC se basa en el esfuerzo colectivo de la comunidad local, especialmente de las mujeres, quienes han sido protagonistas en la preservación y promoción de estas labores. Con esta declaración, se busca garantizar la transmisión generacional de esta tradición y seguir protegiendo la identidad cultural de la región.
La consejera también mencionó las posibles medidas de protección que se podrían implementar, como la creación de Centros de Interpretación, la convocatoria de ayudas y la inclusión de estas labores en los planes de estudio de los centros escolares.
Las Labores de Lagartera se suman a otros Bienes Inmateriales protegidos en Castilla-La Mancha, como el Corpus Christi, la Seguidilla Manchega, la cuchillería y navaja clásica, la Fiesta de los Gancheros del Alto Tajo, los Episodios Caudetanos, así como los Danzantes y Mayordomos.
Estas labores se caracterizan por el uso de agujas variadas, hilos de diferentes colores y materiales, y modificaciones en la trama y urdimbre del tejido. La complejidad y riqueza etnológica de esta indumentaria, cargada de simbolismo, la convierten en una manifestación artesanal única.
En cuanto a su historia, se estima que las Labores de Lagartera se practican desde la Edad Media, aunque existen referencias documentales a partir del siglo XVI. Entre ellas, destaca un documento que relaciona a la Condesa de Orgaz con tres mujeres lagarteranas, quienes decoraron prendas litúrgicas con punto de espíritu. También se menciona en la obra del confesor de los Reyes Católicos, Fray Fernando de Talavera, las decoraciones extravagantes de las indumentarias en Lagartera.
Con la declaración como BIC, se busca proteger jurídicamente estas labores y asegurar su preservación y promoción. Este reconocimiento supone un paso importante para preservar la identidad cultural de Castilla-La Mancha y garantizar la transmisión de este valioso legado a futuras generaciones.