Las Guerreras Juveniles lograron un histórico triunfo al proclamarse campeonas del mundo frente a Dinamarca por un ajustado 22:23, un resultado que corona un campeonato impecable, pleno de victorias para el equipo español. El equipo dirigido por Cristina Cabeza demostró una resiliencia extraordinaria, manteniéndose invicto a lo largo de todo el torneo y culminando su hazaña con una emocionante victoria final. Este éxito no solo celebra el triunfo en sí, sino también el esfuerzo, la fe y el trabajo en equipo de una generación que ya ha hecho historia.
Este equipo ha mostrado su carácter combativo a lo largo del campeonato, especialmente en la final, donde enfrentaron a uno de los rivales más fuertes posibles. La solidez y madurez exhibidas en el partido contra Dinamarca reflejan la calidad y preparación del equipo español, que ha situado a España en un lugar destacado en el panorama internacional del balonmano, convirtiéndose en un adversario formidable para cualquier selección.
La final fue un encuentro equilibrado y tenso hasta el último segundo. España tuvo que remontar una desventaja inicial, demostrando una vez más su capacidad para superar los momentos difíciles. La combinación de una defensa sólida y un ataque efectivo permitió a las Guerreras Juveniles cerrar este campeonato de manera triunfal. Este triunfo no solo resalta el talento y determinación del equipo, sino que también promete un futuro brillante para estas jóvenes campeonas en el mundo del balonmano.