La icónica torre del reloj del Ayuntamiento de Guadalajara no sonará con las campanadas de fin de año en 2024, debido a las obras de emergencia que se están llevando a cabo en el campanario. Sin embargo, la tradición se mantendrá viva gracias a la colaboración del Obispado Sigüenza-Guadalajara, que permitirá escuchar las campanadas desde la concatedral de Santa María. Además, la plaza de la catedral será el escenario de las preuvas infantiles, que se celebrarán el 31 de diciembre a las 11.00 horas, con actividades como el reparto de cotillones, música en directo, juegos y títeres.
El concejal de Infraestructuras, Santiago López Pomeda, anunció este viernes las obras, que son necesarias debido al grave estado del campanario, que presenta grandes fisuras y patologías en su estructura. Estas intervenciones abarcan tanto la estructura metálica como los forjados y el acceso al reloj, cuyo sistema de agujas ha sido desmontado para facilitar las reparaciones. La urgencia de este contrato, valorado en 270.000 euros, se identificó en julio, después de que se detectaron daños significativos en el campanario, lo que ha llevado a una intervención inmediata.
López Pomeda destacó que el deterioro afecta a varios aspectos de la torre, incluyendo la estructura de acero de la corona del campanario, las vigas, escaleras y los accesos de madera, e incluso a las instalaciones eléctricas y del pararrayos. El edificio, que data de 1906, no había recibido atención significativa en años recientes, lo que ha obligado a este equipo de gobierno a llevar a cabo una reforma integral, a diferencia de lo que, según el concejal, fue una simple «reforma de chapa y pintura» realizada por el anterior equipo.
El director técnico del proyecto explicó que, aunque se consideró la opción de desmontar la estructura de acero para trabajar en un taller, se decidió realizar las obras en el lugar debido al avanzado estado de corrosión de algunas piezas. Esto no solo permitirá restaurarlas adecuadamente, sino que también se aprovechará para reparar el tejado, que ha sufrido daños por las recientes lluvias y ha dejado inhabilitado el Salón de Plenos.
Las intervenciones están enfocadas en mejorar el sistema de forjado para evitar colapsos en la estructura y se busca digitalizar el mecanismo del reloj. Se llevará a cabo una nueva estructura para facilitar el mantenimiento del campanario, que actualmente es complicado. Aunque el plazo inicial para las obras es de cuatro meses, se espera que se extienda, y los andamios podrían permanecer en la plaza hasta la primavera.
Además de estas obras, el concejal informó sobre otras acciones preventivas que el Ayuntamiento llevará a cabo, como las que se realizaron en el puente de Aguas Vivas, que ya está abierto al público. López Pomeda subrayó la importancia del mantenimiento continuo para minimizar riesgos y costes en las instalaciones del municipio.