Artículo de la consejera de Educación, Cultura y Deportes, Rosa Ana Rodríguez, con motivo del Día Internacional de las Bibliotecas, 24 de octubre.
Hace más de cien años, cuando la Generación del 98 buscaba ilustrar cada rincón de nuestro país, sus miembros cargaban mulas con libros y los llevaban a lugares a los que sus habitantes no tenían la posibilidad de acercarse a una biblioteca o, mucho menos, a una librería (comercios que en la época se encontraban únicamente en capitales de provincia con bastante población). Ellos y sus mulas fueron bibliotecas ambulantes, en ocasiones —quizás la mayoría de las veces—, prestando libros a fondo perdido. Por suerte, la sociedad se dio cuenta de que una biblioteca no era únicamente un lugar que albergaba libros, sino un foco cultural y educativo a la carta.
El Gobierno de Castilla-La Mancha lo sabe y se siente orgulloso de su red de bibliotecas, pues contamos con más de 400. Somos la Comunidad Autónoma con más espacios destinados a la lectura y al préstamo de libros por densidad de habitantes de España, y la segunda en número total de ellos. Pero las bibliotecas se convierten en paredes que almacenan libros si no se gestionan con cerebro. Y las bibliotecas castellanomanchegas lo están. Tenemos unos efectivos preparados para las labores que se suponen a una biblioteca, pero también para las funciones que en los últimos años han ido revelándose como herramientas de animación a la lectura, ya sean mediante talleres de todo tipo, clubes de lectura, cuentacuentos, ‘bookcrossing’, cineclubes, blogs de recomendaciones, certámenes de creación o ilustración, etc. Y lo más llamativo, que las bibliotecas forman una red, una verdadera red como la que forman las neuronas de un cerebro: la información se comparte, fluye y se multiplica, haciendo de la red de bibliotecas una de las bibliotecas más grandes que nuestro país haya podido soñar. Y todavía le quedan innovaciones que ni siquiera las hemos imaginado, pero que en la cabeza de nuestras bibliotecarias y nuestros bibliotecarios ya se están barruntando.
Hoy, 24 de octubre, celebramos el Día Internacional de las Bibliotecas en nuestro país. Multitud de ellas ofrecerán hoy actividades a sus personas usuarias registradas y a las no registradas, porque las bibliotecas no solo son democráticas, sino que están abiertas a todas aquellas personas que sientan un día o miles de días curiosidad por los libros, la lectura, el saber y el descubrir. Queridos lectores, queridas lectoras, posibles lectores y posibles lectoras, sabed que en cualquier biblioteca, ya sea castellanomanchega o no, sois bienvenidos.
Y termino con una cita de Juan Sánchez, quien fue director de nuestra Biblioteca regional y gran defensor de la biblioteca pública y de la animación de la lectura, extraída de su ensayo ‘Elogio de la biblioteca pública’ y que me parece bastante pertinente: “Si los usuarios no dan vida con su presencia, la biblioteca será como un cementerio, un mausoleo, un refugio de silencio y de conservadurismo”.
Rosa Ana Rodríguez, Consejera de Educación, Cultura y Deportes