En un firme compromiso por combatir la violencia de género y promover la igualdad, la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha, junto a la Consejería de Educación, Cultura y Deportes del Gobierno regional, han concretado un convenio que transformará las aproximadamente 500 bibliotecas de la región en puntos violetas. Este acuerdo, signado el jueves por la delegada del Gobierno en la región, Milagros Tolón, y el consejero Amador Pastor, busca ofrecer prevención y sensibilización frente a esta problemática social.
Las bibliotecas proporcionarán información y orientación a mujeres víctimas de violencia de género. Tolón detalló que la Delegación suministrará el material necesario para ello, incluyendo guías, cartelería y dípticos, así como ofrecer formación específica en materia de violencia de género al personal de las bibliotecas. Por su parte, la Consejería se encargará de distribuir las campañas de sensibilización sobre violencia de género e igualdad promovidas por el Gobierno de España.
El personal bibliotecario podrá participar, de forma voluntaria, en formaciones que les permitan atender adecuadamente a las víctimas y saber cómo actuar en situaciones de violencia machista. «Las posibles víctimas van a tener otro recurso más», enfatizó Tolón, resaltando el papel crucial de las bibliotecas como espacios de orientación en momentos críticos.
Amador Pastor ha resaltado la versatilidad de las bibliotecas, que más allá de su función cultural, ahora adoptarán un importante rol en la lucha por la igualdad de género. De forma paralela, Pastor mencionó la iniciativa denominada «Estanterías Arcoíris», que busca visibilizar al colectivo LGTBI. A partir de este año, se establecerán 200 de estas estanterías en las bibliotecas que lo soliciten, reforzando la presencia y normalización de este colectivo.
El convenio se ejecutará a dos niveles: uno, con la campaña de visibilización presente en todas las bibliotecas, y el otro, con la capacitación voluntaria que se ofrecerá a los trabajadores de estas instituciones. Con estas medidas, Castilla-La Mancha refuerza su red bibliotecaria, otorgándole un papel activo en la defensa de la igualdad y la lucha contra la violencia de género.