Las ayudas y subvenciones al autoconsumo energético pueden suponer un ahorro del 80% del precio de la instalación en Castilla La Mancha

La implementación del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia y los Objetivos de Desarrollo Sostenible ha supuesto la adopción de la eficacia energética como meta por gran parte de las instituciones públicas, generando un importante estímulo a la instalación de modelos de energía sostenibles en empresas y hogares.

Este impulso es especialmente tangible en España, el segundo país europeo que más instalaciones solares ejecutará de aquí a 2026 según SolarPower Europe. Las instalaciones están siendo estimuladas por incentivos y ayudas vigentes, de las cuales la sociedad española puede sacar partido. Esta conjunción de las ayudas puede llegar a suponer un ahorro del 80% de la instalación, según Manel Pujol, cofundador de la compañía de autoconsumo Samara, que señala que una instalación media tiene un precio estimado de entre 5.000 y 8.000 euros  en el mercado.

Cuáles son los tipos de ayudas

Este tipo de instalaciones están siendo estimuladas por diversos incentivos y ayudas vigentes entre los que destacan: Fondos Next Generation de la UE, bonificaciones del IBI y bonificación del IRPF:

  1. Fondos europeos

La Unión Europea, a través de los fondos Next Generation, ha reclamado a los países que la transición energética sea uno de los pilares de sus planes de recuperación tras la pandemia. La transferencia de fondos está gestionada por las Comunidades Autónomas y bonifican hasta 600 euros por kWp instalado para solar en residencial y 490 euros por kWp en baterías. Las ayudas se otorgan mediante concurrencia simple, es decir, por orden de presentación hasta el agotamiento de los fondos. “La Junta de Castilla La Mancha tiene un  presupuesto inicial asignado de más de 6 millones de euros a instalaciones de autoconsumo y almacenamiento. Las ayudas se otorgan por orden cronológico, por lo que es importante conocer el estado de la ayuda en tu región” señala Manel Pujol.

El presupuesto inicial destinado a esta iniciativa es de 660 millones de euros, incluidos en el Fondo de Recuperación y Resiliencia del Gobierno central, y que podría aumentarse por el resto de administraciones. Se pueden presentar solicitudes durante todo 2023 y el Gobierno ha establecido ayudas adicionales por reto demográfico mediante el Real Decreto RD 477/2021 para municipios de hasta 5.000 habitantes.

  1. Bonificación del IBI

La segunda medida vigente es la bonificación del IBI, dependiente de cada municipio tanto su gestión como el total de la ayuda. La nueva normativa también posibilita que los ayuntamientos puedan bonificar a quienes instalen sistemas para el aprovechamiento de la energía solar, pudiendo llegar estas bonificaciones hasta el 50 % de la cuota íntegra del IBI.

La posible bonificación, así como su duración y porcentaje de bonificación depende de cada consistorio. Guadalajara bonifica el 50% por tres años, frente al 25% de Cuenca durante el mismo periodo. Olías del Rey o Yuncler, en Toledo, bonifican al 30% y 25% respectivamente. Actualmente, según el informe “Incentivos Fiscales para instalaciones en municipios de más de 10.000 habitantes” de Fundación Renovables, el 55 % de los municipios españoles ya ofrece bonificaciones en el IBI.

  1. Bonificación del IRPF

El Decreto Ley RDL 19/2021 establece tres tipos principales de deducción de IRPF sobre el precio de la instalación. “Si realizas obras de mejora de la eficiencia energética en tu vivienda habitual o en una que tengas arrendada como tal, podrás acceder a una deducción de hasta entre el 20% y el 60% del IRPF sobre el coste de la instalación” señala Pujol.

Este porcentaje está condicionado a la mejora energética de la vivienda tras la instalación, y precisa de un certificado de eficiencia energética antes de la instalación y otro posterior que pruebe la mejora. Existen tres grados de bonificación del IRPF:

  1. 20% del precio de la instalación: Se debe demostrar que con las obras en la vivienda se ha conseguido reducir al menos un 7% en la demanda de calefacción y refrigeración. Además, la base máxima sobre la que se aplica la deducción en esta modalidad asciende a 5.000 euros anuales.
  2. 40% del precio de la instalación: Si se demuestra una reducción en el hogar de al menos un 30% del consumo de energía primaria no renovable o la calificación energética de la vivienda para obtener una clase energética «A» o «B», en la misma escala de calificación. La base máxima sobre la que se puede aplicar la deducción en esta modalidad asciende a 7.500 euros anuales.
  3. 60% del precio de la instalación: Con las mismas condiciones que la anterior, se refiere a reformas en edificios completos que sean de uso residencial. La base máxima deducible en esta modalidad asciende a 15.000 euros anuales.

Además de estas ayudas vigentes, “cabe esperar que se siga fomentando la transición energética desde las instituciones con más deducciones y ayudas” señala Pujol. Este impulso, unido a la mejora de la tecnología, convierten a la transición energética  “en un atractivo para los hogares, aumentando nuestra independencia energética, ahorrando en nuestra factura y contribuyendo a la conservación del medio ambiente”, destaca Pujol.

Más beneficios para un sistema ya rentable

El periodo de amortización de la inversión de una instalación solar fotovoltaica se sitúa actualmente entre los 4 y 7 años, una cifra atractiva, especialmente si tenemos en cuenta que los paneles solares cuentan con una vida útil de 25 años. “El autoconsumo solar ya es rentable por sí mismo y supone un ahorro inmediato de hasta el 70% de la factura tradicional” señala Pujol, “Estamos en el momento perfecto para instalar en nuestra vivienda: contamos con una regulación favorable e importantes ayudas, la tecnología está probada, es muy rentable y el ahorro está asegurado desde el momento en que se pone en marcha la instalación”, concluye.

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