Guadalajara, 22 de julio de 2017.- El servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Universitario de Guadalajara, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), desarrolla desde el pasado mes de enero una iniciativa pionera mediante la celebración semanal de Grupos Multifamiliares dentro de la unidad en los que participan tanto los pacientes como sus familiares y todo el personal que se relaciona con los usuarios.
Desde hace seis años se venía trabajando con un modelo de Terapia Grupal Multifamiliar tras el alta. Tanto pacientes como familiares son invitados a participar con el equipo terapéutico de la Unidad de Hospitalización Breve (UHB) de una manera abierta y flexible, poniendo el espacio a “disposición de las familias” con una frecuencia semanal.
Lo novedoso de la iniciativa puesta en marcha en enero radica en que por primera vez los grupos de terapia se reúnen durante el periodo de hospitalización, un momento “de especial vulnerabilidad y mayor desestructuración mental para estas personas y sus familiares”, explica el jefe de sección de los dispositivos de hospitalización de Salud Mental y coordinador de la UHB, Daniel Olivares, siendo importante la conexión de ambos Grupos Multifamiliares (dentro y fuera de la unidad) para ofrecer una continuidad de cuidados.
La iniciativa se basa en la importancia de lo relacional en el proceso de recuperación del paciente y del sistema familiar. Los grupos aparecen como elemento “vertebrador” de un modelo de trabajo dirigido a la recuperación del paciente y sus familias. La base del proyecto ha sido “construir” el equipo de trabajo, para lo que se ha llevado a cabo una “revisión, actualización y clarificación de la normativa existente” con la participación de todos los profesionales de la unidad (facultativos, enfermeros, auxiliares, celadores), en sintonía con la humanización en la asistencia como eje fundamental del Plan Dignifica.
Ello ha supuesto imprimir una nueva filosofía en el trato a pacientes y familias, y dicha revisión se ha plasmado en un documento con una normativa “más abierta” que implica, entre otras cuestiones, un horario de salidas de la unidad y de visitas más amplio, flexible y adaptado a las necesidades de cada paciente, con mayor presencia e implicación de los familiares en la recuperación de la persona con enfermedad mental.
En este sentido, la experiencia grupal es importante para los pacientes y sus familias, “que se sienten acogidas y partícipes”. Favorece la eliminación de estigmas en torno a la enfermedad mental y contribuye a cuidar a los familiares, “pues cuando se ingresa a una persona, la situación también les afecta generando sufrimiento, angustia, miedo y preocupación”.
Por su parte, Belén Castel, especialista del servicio, ha destacado la importancia de trabajar en los grupos a partir “de una posición igualitaria” en la que todos los participantes, incluido el equipo terapéutico, puedan expresar sentimientos, dudas, quejas o situaciones conflictivas en relación con el momento de ingreso o con la experiencia de enfermedad. Asimismo, facilita que los familiares de los enfermos que se encuentran en una fase más avanzada de su recuperación puedan dar respuesta a las inquietudes del resto de familiares y generarles esperanza.
Como balance de estos primeros meses, se muestran “sorprendidos por los resultados de esta nueva filosofía a la hora de trabajar” y el aprendizaje que aporta a los profesionales, “vivencial, más potente que el intelectual y más permanente”, añade Daniel Olivares.
“Crecemos y nos enriquecemos cada día con estas experiencias y estamos convencidos de la importancia de que todos los miembros del equipo actúen con esta filosofía”, ha afirmado Belén Castel, pues “cualquier interacción con el paciente puede ser un elemento terapéutico básico en su proceso de recuperación”, destacando la participación activa e implicación mostrada por todos.
Iniciativas de la UME
Por otra parte, y en esta línea, desde la Unidad de Media Estancia de Salud Mental, ubicada en las instalaciones del Instituto de Enfermedades Neurológicas (IEN), se fomenta la ocupación del tiempo libre en actividades de ocio dentro de la comunidad como parte de un tratamiento multidisciplinar orientado a la recuperación del paciente con Trastorno Mental Grave.
La iniciativa consiste fundamentalmente en que los usuarios ocupen su tiempo de ocio en ámbitos normalizados, con el fin de reducir estigmas en torno al trastorno mental grave y favorecer su integración. Entre otras actividades, los pacientes acuden regularmente a la biblioteca pública, donde comentan lecturas mediante la participación en un club de lectura conducido por uno de los voluntarios de la biblioteca. La elección de los títulos corresponde a los propios pacientes, que de este modo llevan a cabo una actividad de negociación en grupo.
Por otra parte, se fomenta la realización de actividades deportivas, como que acudan a la piscina municipal, la realización de ejercicio al aire libre en espacios habilitados en la ciudad y que participen en actividades culturales de ocio durante el fin de semana. La terapeuta ocupacional de la UME les informa sobre dichas actividades para facilitar su participación en las mismas, tanto a nivel individual como en grupo.
Estas iniciativas, ha explicado la coordinadora de la UME, María Ozaita, están resultando muy positivas y «son un elemento clave en la recuperación de las personas diagnosticadas de trastorno mental grave, al fomentar el desempeño de roles activos y participativos que favorezcan la autonomía y la integración en el núcleo social y familiar».