En una impactante revelación que sacude los cimientos de los grandes almacenes de lujo londinenses, abogados y víctimas han catalogado al fallecido multimillonario Mohamed Al Fayed, conocido por ser el anterior propietario de Harrods entre 1985 y 2010, como «un monstruo». Este viernes, en una concurrida rueda de prensa acompañada por una de las exempleadas denunciantes, identificada solo como Natacha, se lanzaron graves acusaciones contra Al Fayed, describiéndolo como el centro de un «sistema interno establecido» que facilitó y encubrió múltiples abusos sexuales y violaciones dentro de los emblemáticos almacenes.
Las denuncias, que salieron a la luz gracias a un documental de la BBC titulado ‘Al-Fayed: Predator at Harrods’, sugieren una red de complicidad que no solo omitió acciones para detener los abusos sino que, en efecto, los facilitó, creando un entorno donde la explotación sexual se convirtió en parte del día a día de muchas trabajadoras. Según los abogados de las víctimas, Harrods bajo la administración de Al Fayed tenía establecido «un sistema de tráfico de mujeres para la gratificación sexual» del empresario, incluyendo procedimientos tan aberrantes como exámenes ginecológicos invasivos.
Este escándalo no se limita solo a Harrods, ya que el equipo legal ha anunciado investigaciones en otros negocios previamente propiedad de Al Fayed, incluyendo el club de fútbol Fulham y el hotel Ritz de París. Estas acusaciones sugieren un patrón de conducta que se extendía a través del imperio empresarial de Al Fayed, exponiendo una realidad sombría detrás de la fachada de éxito del magnate.
El abogado Dean Armstrong, quien participó en la rueda de prensa, no dudó en comparar la magnitud y crueldad de los abusos con los de notorios criminales sexuales como Jimmy Savile, Jeffrey Epstein y Harvey Weinstein, señalando la gravedad del caso que ahora representan. Hasta el momento, 37 exempleadas han dado un paso adelante, representadas por armas legales dispuestas a llevar el caso a los tribunales en busca de justicia.
Mientras tanto, la revelación de estas atrocidades ha dejado consternada a la actual dirección de Harrods, actualmente en manos del Estado de Qatar a través de la Qatar Investment Authority. Los nuevos propietarios afirmaron estar «absolutamente horrorizados» por las acusaciones y anunciaron la creación de un sistema de compensación, aunque todavía queda mucho por hacer para corregir los errores del pasado y asegurar la protección y seguridad de sus empleados.
El caso de Mohamed Al Fayed revive el debate sobre cómo figuras poderosas en el mundo del negocio y la industria a menudo gozan de impunidad frente a sus abusos, amparados por un sistema que los protege y encubre. Este caso no solo lanza una sombra sobre el legado de Al Fayed sino que también obliga a una reflexión más amplia sobre las prácticas laborales y la cultura interna en conglomerados de fama mundial. Las víctimas, tras años de silencio, finalmente encuentran hoy una vía para que su voz sea escuchada y para que la justicia pueda, de alguna manera, prevalecer.