Convertido ya en un referente de la televisión española, La Voz dio inicio a su duodécima temporada el pasado 19 de septiembre en Antena 3, manteniendo su hegemonía en las noches de los viernes. Con un 15,3% de cuota de pantalla y alrededor de 1.152.000 espectadores, el talent show musical logró desbancar a su competidor, ¡De viernes!, reafirmando su popularidad entre el público.
Una de las grandes sorpresas del estreno fue la llegada de Mika como nuevo coach, quien, tras su paso como asesor en la temporada anterior, se unió a Malú, Sebastián Yatra y Pablo López en la búsqueda de las voces más prometedoras del país. El programa, presentado por Eva González, también introdujo novedades en su mecánica, que prometen intensificar la competencia entre los coaches.
Una de estas innovaciones es el formato ‘llego y canto’, una propuesta que sorprendió a aspirantes y mentores por igual. Este reto permite a los concursantes no seleccionados en la fase de audiciones subir al escenario y, sin previo aviso, interpretar una canción para intentar ganarse un lugar en el programa. Jonny Vandell, un joven de 21 años, fue el primero en atreverse a esta experiencia. Sin saber que se encontraba en el plató de Antena 3 y con los ojos vendados, su emoción era palpable al ser conducido por su hermano hasta el escenario.
Destacó su interpretación de Yellow de Coldplay, que dejó a todos boquiabiertos. Los cuatro coaches se giraron en sintonía para captar su talento, aunque finalmente decidió unirse al equipo de Sebastián Yatra. La química entre los aspirantes y los coaches durante el programa añade una capa emocional que captura la atención de los espectadores, quienes se sienten parte del viaje de cada artista.
La receptividad del público hacia Jonny fue inmediata, generando un ambiente de expectación. Ante los aplausos que recibió antes de cantar, Sebastián Yatra cuestionó entre risas si el joven ya era conocido, mientras que Malú hacía lo propio, sorprendida por la ovación inicial. Estos momentos, que combinan talento y emoción, son la esencia de La Voz y lo que lo ha llevado a consolidarse como uno de los favoritos de la audiencia. La nueva temporada promete así no solo música, sino un espectáculo lleno de sorpresas y grandes emociones en cada actuación.