Cerca de la mitad de los pacientes con diagnóstico de trombosis venosa profunda atendidos por la Unidad de Trombosis creada hace poco más de un año en la Gerencia de Atención Integrada de Puertollano, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, han podido seguir el tratamiento en su domicilio sin necesidad de que permanecieran varios días ingresados en el hospital.
La enfermedad tromboembólica es la tercera patología cardiovascular más frecuente tras el infarto de miocardio y el ictus y se manifiesta como trombosis venosa profunda o, en los casos más graves, como embolia pulmonar, que es potencialmente mortal.
Para concienciar a la población de los peligros para la salud de esta patología, la Sociedad Internacional de la Trombosis y la Hemostasia instituyó en 2014 el Día Mundial de la Trombosis, que se conmemora el próximo sábado, día 13.
Hablamos de trombosis venosa profunda cuando la sangre se coagula en la vena de una pierna y forma un trombo que impide el retorno al corazón, con el consiguiente dolor e hinchazón de la extremidad. Cuando el trombo se rompe y se desprende de la pared de la vena donde se ha formado va a parar en última instancia al corazón y a los pulmones, donde acaba por dificultar la circulación en una o más arterias pulmonares. En eso consiste la embolia pulmonar.
La inmovilización durante largo tiempo, la presencia de un tumor, las cirugías, la administración de anticonceptivos, vuelos aéreos de larga duración (el denominado síndrome de la clase turista), el tabaquismo o la obesidad pueden propiciar la aparición de una trombosis, aunque la mitad de ellas, las “no provocadas”, tienen origen desconocido.
Los pacientes que llegan a Urgencias con una trombosis suelen padecer una o varias patologías asociadas que hay que tener en cuenta para ajustar el tratamiento, su duración y un hipotético ingreso, factores que en algunos hospitales evalúan unidades especializadas como la que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha ha abierto en el hospital de Puertollano.
La Unidad de Trombosis del Hospital Santa Bárbara depende del servicio de Medicina Interna y al frente de la misma están los internistas Filo Ceres Arabau y Joaquín Castro Giménez.
Sus cometidos son ajustar los diagnósticos y exploraciones complementarias, individualizar el tratamiento anticoagulante, mejorar la prevención de las complicaciones de la trombosis y sus recurrencias, apoyar al servicio de Urgencias y a Atención Primaria y desarrollar un protocolo de manejo extrahospitalario de pacientes con trombosis venosa profunda en la línea del de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
En el tiempo que lleva en funcionamiento, la Unidad de Trombosis del ‘Santa Bárbara’ arroja unos resultados muy satisfactorios tanto para sus responsables como para los pacientes que han pasado por ella.
Así, el 42 por ciento de los pacientes con trombosis venosa profunda recibieron el alta tras su paso por Urgencias y siguieron el tratamiento prescrito desde su casa bajo seguimiento de los internistas. Asimismo, con la prescripción individualizada desde la Unidad se ha conseguido acortar el tiempo de ingreso de aquellos enfermos que requirieron hospitalización.
Una encuesta realizada entre los pacientes revela que la gran mayoría de los que recibieron tratamiento extrahospitalario, el 90 por ciento, están satisfechos con la atención recibida. La nota media que obtiene la Unidad de Trombosis es del 8,8.