La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario de Toledo, que forma parte del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, se ha posicionado a la vanguardia nacional en la realización de pruebas de esfuerzo cardiopulmonar, conocidas como ergoespirometrías, al registrar 5.000 exploraciones desde su inicio en 2015.
El doctor Alejandro Berenguel, cardiólogo del complejo hospitalario y líder del programa, enfatiza el auge de la ergoespirometría en cardiología, a pesar de que su implementación todavía no es generalizada en la especialidad. Esta técnica evalúa integralmente la respuesta del cuerpo al ejercicio de manera no invasiva, midiendo los gases espirados durante el esfuerzo físico.
En respuesta a la necesidad de especialización en esta área, la Sociedad Española de Cardiología estableció en 2018 el Grupo de Trabajo de Ergoespirometría, bajo la coordinación del doctor Berenguel. Se han venido ofreciendo formaciones en todo el país y en Sudamérica desde su creación.
El Hospital Universitario de Toledo se ha convertido en un centro de entrenamiento anual para decenas de cardiólogos tanto nacionales como internacionales. Además, la técnica ha sido adoptada en distintas instituciones con las que se trabaja en proyectos de investigación, como la Escuela Central de Educación Física del Ejército de Tierra y la Facultad de Ciencias de la Actividad Física de la Universidad de Castilla-La Mancha.
En 2019, el doctor Berenguel publicó la primera obra en español especializada en ergoespirometría aplicada a la cardiología y ha contribuido a numerosos estudios científicos, incluido el premiado proyecto RECOVER, enfocado en pacientes con COVID persistente.
La Unidad de Rehabilitación Cardiaca del área sanitaria de Toledo se estableció en octubre de 2015 para asistir a pacientes post-infarto de miocardio. Durante su trayectoria, 2.300 pacientes con diversas afecciones cardiovasculares han sido atendidos, mostrando mejoría en calidad de vida y capacidad funcional mediante ejercicio y educación sanitaria.
El servicio ha obtenido resultados notables en la mejora del control de la tensión arterial, colesterol, reducción de peso y abstinencia de tabaquismo en los pacientes. Asimismo, se ofrece un programa de entrenamiento físico individualizado, supervisión contínua y educación en aspectos vitales post-infarto, como alimentación saludable y manejo de estrés.
La patología más común abordada en la unidad es la cardiopatía isquémica, mayormente infartos, aunque también atiende a pacientes con insuficiencia cardiaca, hipertensión pulmonar, entre otras. La rehabilitación cardiaca, que dura 8 semanas, comienza con una ergoespirometría para fijar objetivos de entrenamiento personalizados.
Dada la prevalencia del infarto agudo de miocardio como causa principal de muerte y su significativa carga asistencial, la unidad no solo restaura la capacidad física del paciente sino que también se enfoca en la modificación de hábitos y la prevención de futuros eventos cardíacos.