La Sociedad Española de Cardiología ha reconocido el trabajo realizado por la Unidad de Rehabilitación Cardiaca y Prevención Cardiovascular del Hospital Virgen de la Luz de Cuenca, dependiente del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (SESCAM), para retomar su actividad durante la pandemia por coronavirus.
La doctora Laura Núñez Martínez, cardióloga de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca, ha presentado ante la Sociedad Española de Cardiología la labor realizada por esta Unidad cuyo proyecto se encontraba definido en la Gerencia del Área Integrada de Cuenca en el mes de febrero del año 2020 pero no pudo materializarse hasta mayo de 2021, trece meses después, debido a la crisis por la Covid-19, ha informado el Sescam en nota de prensa.
‘Cómo retomar mi URC cuando un virus me impidió su apertura’ fue el título del trabajo que ha sido galardonado con el primer premio dentro de la categoría de unidades de nueva creación en el marco del programa ‘Aula Abierta RC Mentoring’, que organiza la Sociedad Española de Cardiología (SEC) con el objetivo de promover iniciativas de éxito y buena práctica en patología cardiovascular.
El premio, promovido por la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardíaca de la SEC, busca impulsar la Rehabilitación Cardíaca en las unidades donde se había visto enlentecida o detenida por la pandemia, así como promocionar la necesidad de esta medida en todos los servicios de Cardiología y en definitiva dar a conocer en qué consiste dicha actividad y los beneficios que supone para los pacientes.
Un comité científico formado por cuatro cardiólogos expertos seleccionaron de entre 37 proyectos presentados en todo el territorio nacional a 16 candidatos que por su originalidad, novedad o por constituir un buen ejemplo para otras unidades pudieran optar a ser finalistas.
Finalmente, la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital Virgen de la Luz de Cuencas se ha alzado con el primer premio por «lograr abarcar todas las necesidades de la Rehabilitación Cardíaca de forma muy completa y en tan solo un año».
«ERA NECESARIO EVITAR CONTAGIOS»
La doctora Núñez fue la encargada de defender este proyecto en el foro de la SEC y explicar las dificultades que tuvieron que superarse ya que la pandemia impidió un normal funcionamiento de la Unidad y era necesario evitar contagios y minimizar los riesgos de una posible infección de los pacientes.
Para ello se redujo el número de pacientes en cada una de las sesiones de seis a tres y se extremaron las precauciones y medidas preventivas en cuanto al uso de mascarilla, la toma de temperatura, la detección de síntomas o la ventilación de las instalaciones.
Sin embargo, el esfuerzo realizado por los profesionales que atienden esta Unidad ha permitido desarrollar el programa clásico de rehabilitación cardiaca hospitalaria para pacientes con cardiopatía, con sesiones de entrenamientos tres veces en semana y dos grupos al día, con monitorización continua con telemetría y ajuste preciso de tratamientos según la evolución clínica.
Los programas de rehabilitación tienen un carácter multidisciplinar y en los mismos, tras una valoración inicial por parte de la cardióloga, a través del Servicio de Medicina Física y Rehabilitación y Fisioterapia se establecen las sesiones de entrenamiento combinado de ejercicio aeróbico, ejercicios de fuerza y respiratorios, a los que se suman una serie de charlas informativas sobre distintos aspectos de la enfermedad y su manejo.
CARÁCTER MULTIDISCIPLINAR
Entre otros profesionales que participan se cuenta con la intervención de la nutricionista que ofrece consejos a los pacientes sobre su dieta y hábitos alimenticios, y una psicóloga clínica que trabaja con los usuarios de la Unidad el manejo del estrés y ansiedad de la propia patología. Asimismo, en el programa también participan profesionales de Urología, Enfermería y Terapia Ocupacional, además de los fisioterapeutas y enfermería de la Unidad Antitabaco de Neumología.
En este año de funcionamiento la URC ha contabilizado la rehabilitación de 38 pacientes de forma presencial.
Asimismo, ha logrado la incorporación de pacientes de alto riesgo isquémico y cardiopatías avanzadas como insuficiencia cardíaca, pacientes portadores de dispositivos, con hipertensión pulmonar, cardiopatías congénitas o pacientes postquirúrgicos (valvulares y bypass coronario).