En un movimiento que ha elevado significativamente las tensiones transatlánticas, Donald Trump, presidente de los Estados Unidos, ha amenazado con terminar abruptamente una tregua de 90 días en la guerra de aranceles contra la Unión Europea. Trump ha propuesto aumentar los aranceles generales contra la UE del 20% actual a un 50%, una medida que ha justificado por el lento progreso en las negociaciones comerciales entre Washington y la Comisión Europea.
Maros Sefcovic, comisario de Comercio y Seguridad Económica de la UE, ha mantenido conversaciones la tarde del viernes con sus contrapartes estadounidenses, Jamieson Greer, representante de Comercio, y Howard Lutnick, secretario de Comercio, para buscar una solución a esta escalada. Sefcovic ha rechazado firmemente las amenazas de Trump y ha hecho un llamado a continuar con las negociaciones. «El comercio entre la UE y EEUU es inigualable y debe guiarse por el respeto mutuo, no por las amenazas», afirmó Sefcovic en las redes sociales, subrayando la disposición europea a defender sus intereses.
Trump, por su parte, ha argumentado que la imposición de aranceles del 50% podría no ser necesaria, ya que anticipa que las empresas europeas podrían trasladar sus operaciones a Estados Unidos y construir sus plantas allí, evitando así los aranceles. Aunque el Ejecutivo comunitario no ha respondido directamente a estas declaraciones, la postura de Bruselas parece ser de cautela pero preparada para la acción.
La UE, mientras tanto, sigue comprometida con lograr un acuerdo que sea beneficioso para ambas partes. Sin embargo, hay un reconocimiento de que llegar a tal acuerdo será desafiante. La UE ya ha comenzado a preparar una «lista de reajuste» valorada en 95.000 millones de euros, que buscará imponer aranceles a ciertos bienes y productos estadounidenses en caso de que las negociaciones fracasen y Estados Unidos proceda con su amenaza.
Esta reciente espiral de tensiones sigue a una serie de negociaciones comerciales difíciles, no solo con Estados Unidos sino también con otros socios clave como el Reino Unido y China. La dirección general de Comercio de la UE, liderada por la experimentada negociadora Sabine Weyand, ha enviado una nueva propuesta de acuerdo comercial a la administración americana, intentando no ceder ante demandas excesivas por parte de Washington.
Esta situación pone una vez más en el foco la importancia de la relación transatlántica en el comercio mundial, así como la necesidad de encontrar un equilibrio que permita mantener abiertos los canales de comunicación y comercio. Con la fecha límite del 1 de junio de 2025 propuesta por Trump para la imposición de estos aranceles, el reloj está corriendo para que ambas partes lleguen a un acuerdo que evite un mayor escalado del conflicto.