Este viernes, la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha clausurado en su campus de Albacete el programa anual José Saramago 50+, dirigido a personas mayores de 50 años. Este año, el programa ha alcanzado un nuevo récord con 1.279 nuevas matrículas para el curso académico 2025-2026.
La consejera de Bienestar Social, Bárbara García, destacó la importancia de este programa, que se reintrodujo en 2023, calificándolo como fundamental para ofrecer a las personas mayores un espacio dentro del marco del envejecimiento activo y educativo. La clausura coincide con la graduación de 145 estudiantes, lo que subraya el impacto positivo de la iniciativa.
García también mencionó que la Consejería de Bienestar Social está comprometida con diversas políticas sociales en la Comunidad Autónoma, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de los mayores, abarcando aspectos relacionados con la salud física y emocional. En este sentido, se ha confirmado una colaboración continua en el programa José Saramago 50+ con una aportación anual de 50.000 euros para el próximo curso, el cual se desarrollará en cinco campus de Toledo, Ciudad Real, Albacete y Cuenca, y se expandirá el año siguiente a la Universidad de Alcalá de Henares.
El rector de la UCLM, Julián Garde, aprovechó la ocasión para rendir homenaje a José Ignacio Albentosa, quien falleció la semana pasada y fue vicerrector del campus de Cuenca. Albentosa fue responsable de la creación hace 25 años del proyecto de educación universitaria para mayores, que ha beneficiado a alrededor de 16.000 personas. Garde destacó cómo el programa se ha extendido desde Cuenca a Talavera de la Reina y a otros campus, y anunció que se realizarían dos reconocimientos a la Facultad de Enfermería y a la de Humanidades del campus de Albacete por su apoyo incondicional al programa.
Uno de los graduados, Ángel Roldán, un maestro jubilado de 71 años de Ciudad Real, compartió su experiencia en el programa, afirmando que ha sido «una oportunidad para aprender más y ocupar el tiempo en algo que amas». Roldán comentó que, dado que tiene tiempo libre tras su jubilación, dedicarse a actividades que le apasionan es invaluable.
Por su parte, María Pilar Carrillo, también graduada del programa y trabajadora social jubilada de 66 años, destacó la unión y el intercambio de experiencias entre compañeros y profesores. Describió su experiencia académica como enriquecedora, llena de clases interactivas sin exámenes, y mencionó cómo a lo largo de tres años ha aprendido sobre diversas temáticas, incluyendo psicología, astronomía, historia, derecho y geografía. Carrillo calificó el programa como «una maravilla» que ha descubierto en su edad.
