Las autoridades de Estados Unidos han actualizado la alarmante cifra de fallecidos a 191 tras el devastador paso del huracán ‘Helene’ por seis estados del país. Este fenómeno meteorológico se ha consagrado como el segundo huracán más mortífero que ha enfrentado la nación en los últimos cincuenta años. La tormenta también dejó a su paso más de 1,3 millones de personas sin acceso a electricidad, exacerbando la crisis en las áreas afectadas.
El impacto más significativo se registró en Carolina del Norte, donde se confirmaron más de 95 muertes. Le siguen Carolina del Sur con 39 fallecidos, Georgia con 25, Florida con 19, Tennessee con 11 y Virginia con dos, según reporta CNN. Estos números reflejan la vasta destrucción que ha dejado ‘Helene’, marcando la vida de miles de personas.
En un esfuerzo por atender la emergencia, el presidente Joe Biden visitó Carolina del Norte el día de hoy. Además, se espera que la vicepresidenta Kamala Harris acuda a Georgia este jueves, siguiendo los pasos del expresidente Donald Trump, quien también se hizo presente en las áreas afectadas. Estas visitas tienen como propósito evaluar los daños y coordinar los esfuerzos de ayuda federal.
Biden ha anunciado el despliegue de mil militares adicionales en Carolina del Norte, sumándose a los aproximadamente 6.000 que ya operan en los estados golpeados por el huracán. Estas tropas participarán en la entrega de asistencia vital, como alimentos y agua, a las comunidades que han resultado incomunicadas debido a la desastre. El presidente también ha aprobado la declaración de desastre para Carolina del Norte, Florida y Georgia, facilitando así el desembolso de más recursos federales para la recuperación.
La pasada de ‘Helene’ ha transformado irreconociblemente vastas áreas del sureste de Estados Unidos, con fuertes vientos e inundaciones que dejaron comunidades enteras aisladas. El agua arrasó cientos de carreteras, edificios, viviendas y vehículos, complicando sobremanera los esfuerzos de rescate y ayuda.
Con estas cifras, ‘Helene’ solo es superado por el huracán Katrina, que en 2005 cobró la vida de 1.833 personas. La rápida respuesta de las autoridades federales y locales es crítica para mitigar el impacto de la catástrofe y comenzar el largo proceso de reconstrucción en los estados afectados. La vicepresidenta Harris reafirmó el compromiso del gobierno de asegurar que los recursos federales lleguen a su destino lo más pronto posible para brindar la asistencia necesaria a las víctimas de este desastre natural.