La Tradición Británica de Votar los Jueves: Descubre Por Qué el Domingo no es Opción para las Elecciones en el Reino Unido

En un movimiento inesperado que ha sacudido el panorama político del Reino Unido, el primer ministro Rishi Sunak ha solicitado pública y sorpresivamente la «ayuda» de Boris Johnson, su predecesor, para intentar contener la creciente «supermayoría» laborista, a tan solo 24 horas de que se celebren unas elecciones anticipadas que han dejado perplejo tanto a adversarios como a propios. Este llamamiento se da en un contexto en el cual las encuestas prevén un resultado desfavorable para los conservadores, que podrían verse desplazados del poder después de 14 años.

El Reino Unido, un país acostumbrado a las sorpresas políticas, se encuentra nuevamente en el epicentro de la atención internacional luego de que la aparición de apuestas sorprendentes, como la realizada por un individuo que apostó 7,000 euros previendo el adelanto electoral, añadiera más misterio a una elección ya de por sí impredecible.

El jueves 4 de julio servirá de escenario para que los ciudadanos británicos decidan el futuro de su país en una jornada electoral que se vislumbra histórica. Las principales fuerzas políticas, el Partido Conservador, liderado por el actual primer ministro Rishi Sunak, y el Partido Laborista, encabezado por Keir Starmer, lucharán por el control del Parlamento en lo que muchos consideran un punto de inflexión para la política británica. Según apuntan las últimas encuestas, el Partido Laborista tiene grandes posibilidades de convertirse en la fuerza más votada, superando así a los conservadores que parecen perder fuelle tras más de una década en el poder.

La elección de un jueves para celebrar los comicios no es casualidad en el Reino Unido, sino una tradición que se remonta a 1931, aunque no fue hasta 2011 cuando esta práctica se convirtió en una obligación legal. Esta peculiaridad del sistema electoral británico tiene sus orígenes en varios factores, entre ellos la intención de evitar que el pago del salario semanal o las actividades dominicales, como el culto religioso y el consumo de alcohol, influyeran en el comportamiento de los votantes.

Históricamente, los jueves eran día de mercado en muchos lugares del país, lo que facilitaba que los ciudadanos aprovecharan para votar. Mantener las elecciones a mitad de semana no solo asegura una menor distracción para los votantes sino que también permite un recuento de votos más eficiente, garantizando que los resultados estén disponibles para la mañana del viernes y posibilitando una transición ordenada del poder durante el fin de semana. Esto es clave para que el nuevo gobierno pueda empezar a trabajar de manera efectiva el lunes siguiente a las elecciones.

A pesar de la insistencia en mantener las votaciones los jueves, ha habido peticiones recientes para mover el día de las elecciones al fin de semana, con el fin de aumentar la participación ciudadana. Sin embargo, cualquier cambio en esta costumbre requeriría una revisión profunda del sistema electoral y no parece ser una prioridad en la agenda política actual del Reino Unido.

Mientras tanto, el país se prepara para vivir una jornada electoral que podría redefinir el panorama político del Reino Unido para los próximos años. La decisión de adelantar las elecciones ha supuesto un terremoto político que solo será equiparable a los resultados que se conozcan al finalizar el día 4 de julio.

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