La Consejería de Bienestar Social de Castilla-La Mancha ha implementado una tarjeta digital que acredita el grado de discapacidad y que cuenta con más de 160.000 posibles usuarios en la comunidad autónoma. Esta iniciativa, liderada por la consejera Bárbara García Torijano, es considerada un «revulsivo y un avance importante» que permite a las personas con discapacidad llevar el documento en su móvil de manera «más cómoda y sencilla».
La tarjeta es un documento acreditativo público, personal, intransferible y gratuito que puede ser descargado en cualquier dispositivo electrónico a través de un enlace digital. Su uso pretende reducir trámites y añadir seguridad ante riesgos de fraude. Además, es válida en todo el país tanto para personas con un grado permanente de discapacidad como para aquellas cuyo grado es revisable. En caso de revisión, la tarjeta se actualizará automáticamente.
La implementación de esta herramienta se enmarca en el compromiso del gobierno de avanzar hacia una adaptación a los nuevos tiempos y en mejorar los servicios que se brindan a la ciudadanía en general y a las personas con discapacidad en particular. Se trata de una iniciativa que se ha trabajado «de forma incansable» para que sea una realidad y que ha contado con la participación de asociaciones y entidades del ámbito de la discapacidad que han apoyado la propuesta.
En Castilla-La Mancha se reconocen actualmente más de 161.000 personas con discapacidad, un número que ha ido creciendo «notablemente» en los últimos años. El 62% de las personas con discapacidad son físicas y orgánicas y el 9% presentan discapacidad intelectual.
