La Selección Argentina evita la invitación de Milei tras su polémico tuit y continúa sus celebraciones en privado, alejándose de la política.
La Selección Argentina de fútbol, compuesta por unos nueve jugadores y el cuerpo técnico, regresó al país desde Miami tras lograr el bicampeonato de América. Mientras Lionel Messi permaneció en Miami para recuperarse de una lesión y Emiliano “Dibu” Martínez volvía a su club en Inglaterra, otros jugadores como Ángel Di María se dirigieron a sus hogares directamente desde Ezeiza.
Javier Milei intentó utilizar a la Selección Argentina para defender su proyecto de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) en un tuit que no fue bien recibido. El presidente no oficializó la invitación, anticipando un rechazo del plantel y evitando una situación embarazosa. Milei afirmó que no quería usar políticamente la victoria deportiva, aunque en realidad buscaba una foto con el equipo más ganador para mejorar su imagen pública.
El uso político de la victoria de la Selección
La ausencia de una invitación formal a la Selección por parte de Milei se asemeja a la estrategia adoptada anteriormente por Alberto Fernández. Milei y sus seguidores trataron de disimular el fracaso comparando su respeto a la decisión del equipo con el rechazo de la Selección de España al presidente Pedro Sánchez. Sin embargo, esta maniobra no logró ocultar el revés para Milei, que cuida con recelo su imagen pública.
Los jugadores de la Selección, formados en clubes argentinos, mostraron su preferencia por mantenerse al margen de la política, una postura que Milei no logró revertir. El tuit polémico de Milei, utilizando imágenes de los jugadores y sus clubes europeos, no resonó bien con un público que valora la independencia del deporte respecto a la política.