Este 13 de enero de 2020 transportistas realizaron la primera manifestación del 2020, causando caos vial en varios puntos de acceso a la capital del país y haciendo que miles de personas llegaran tarde a sus trabajos o escuelas, esto también afectó económicamente, ya que detener la actividad económica por un par de horas representa pérdidas millonarias; tan sólo el año pasado, después de cerca de 45 manifestaciones, hubo pérdidas por hasta 582 millones 752 pesos, según Nathan Poplawsky, presidente de la Cámara de Comercio de la Ciudad de México (CANACO).
Tal es el caso de las manifestaciones llevadas a cabo por la organización “Sindicatos Unidos Transformando México”, que entre sus agremiados tiene a algunos sindicatos como: La Confederación de Trabajadores de México (CTM), el Sindicato de Trabajadores del Transporte y de la Construcción (SITRAM), la Confederación de Trabajadores y Campesinos (CTC), la Confederación Revolucionaria de Obreros (CROC), el Sindicato Nacional de la Construcción y Transporte (SINATREC) y el Sindicato Libertad, todos con afiliación priísta y algunos, como el Libertad, con antecedentes de ser violentos y recurrir a la amenaza y la extorsión.
Estos sindicatos usan de cierta forma su influencia para presionar a las autoridades y exigir que se les pague más de lo que está establecido en el mercado por sus contribuciones en la construcción del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, sin embargo, desde que se les tomó en cuenta para este proyecto, este grupo de sindicatos ha incumplido una y otra vez los acuerdos a los que se llegaron.
Por ejemplo, semanalmente se deben realizar trabajos de conciliación de volúmenes transportados para después hacer el pago correspondiente por el acarreo, sin embargo, los sindicatos NO han aceptado que se les pague el servicio ya prestado pues no están de acuerdo con las tarifas establecidas.
Para esta conciliación, los representantes de los diferentes grupos son notificados, pero únicamente el grupo de sindicatos locales ha asistido puntualmente, los integrantes de Sindicatos Unidos Transformando México han asistido de manera desordenada y por separado, entorpeciendo los trabajos de pago.
Han manifestado que su personal contable se encontraba de vacaciones y no podían generar las facturas correspondientes, aún con el conocimiento de que la Secretaría NO puede pagar si no existe una factura que acredite el servicio.
Los Sindicatos estaban enterados de que los acarreos en el interior del campo militar de Santa Lucía serían responsabilidad de la SEDENA, por tratarse de un proyecto de Seguridad Nacional y que debe evitar ser afectada por acciones de grupos ajenos a la Secretaría.
Los camiones que trabajan dentro de las instalaciones han sido contratados porque lograron presentar costos de arrendamiento ajustados a los precios de mercado, además, todos los contratos se han llevado a cabo con empresas debidamente constituidas y gracias al sistema de Abastecimiento Simultáneo que se maneja, si alguna de las empresas desea sabotear los trabajos, se tienen otras más para cumplir con los objetivos sin retrasos.
Lo que está intentando mediante amenazas y presión el grupo “Sindicatos Unidos Transformando México” es hacerse con la totalidad de los camiones que trabajan en el interior de las instalaciones de Santa Lucía para, de esta manera, tener más elementos para presionar a la SDN cuando intenten incrementar tarifas y costos, justo como sucedió en el cancelado NAIM de Texcoco.